Tarde piaste pajarito, pero...

El día de hoy aparece en prensa un comunicado del ex Presidente de Colombia y ex Secretario Gral. de la OEA Cesar Gaviria. El Sr. Gaviria emite este comunicado en su condición de Director del Partido Liberal Colombiano en relación con las recientes declaraciones de Chávez sobre las FARC; yo tomo sólo un párrafo de este comunicado pues es el que me llamó la atención y me interesó, pero si quieren leer el texto completo no tienen más que seguir este vínculo.

El párrafo en cuestión es el siguiente:

“Las afirmaciones del Presidente Chávez son una defensa velada de la lucha armada en Colombia constituyen un grave quebrantamiento de la Carta Democrática Interamericana. Todos los gobiernos y demócratas de América deben señalarle al presidente Chávez los gravísimos riesgos que para el Continente tienen sus afirmaciones y eventuales acciones”.

Parece que el Sr. Gaviria recordó que tal documento existe y hoy descubrió que es sistemáticamente violado y vulnerado por el presidente Chávez y -OH sorpresa- lo único que estas violaciones motivan en el inepto Insulza es dedicarle a los medios una de sus melifluas sonrisitas de vieja corrida por siete plazas... (que arrechera... ¿verdad Cesar?... Me recuerdan a las tuyas en el 2004, pero ya de eso hablaremos otro día).

Aquí al lado, en el listado de “Documentos Esenciales” está el vínculo directo a la Carta Democrática Interamericana; quise revisarla a ver a que se refería Gaviria, “donde” la estaba violando Chávez en esta oportunidad y, aunque no encontré referencia directa a la situación que motiva el comunicado del Partido Liberal Colombiano, he encontrado algunas cosas que, según mi corto entender, podrían ser a las que hace referencia el Sr. ex Secretario General.

Para empezar debo asumir que, en lo que respecta a una “declaración” suscrita por representantes de varios países en el seno de la Organización que los agrupa, el apartado de los “considerandos” no sólo reúne una serie de argumentos y antecedentes que justifican el documento sino que además recoge parte del “espíritu” al que todos los firmantes adhieren y se hacen “solidarios” al firmar en nombre de los países que representan.

Así pues, al declarar públicamente –y cualquier declaración pública de un presidente es una declaración formal y oficial del gobierno que representa- que las FARC son un “ejército” que cuenta con un proyecto político bolivariano que es reconocido (por él) y que deben ser retirados de las “listas” de grupos terroristas y que, además y en consecuencia, deben ser dotados del estatus de “beligerantes” en el contexto político de la nación colombiana, Chávez está “olvidando” que según lo acordado en la Tercera Cumbre de las Américas en Québec “cualquier alteración o ruptura inconstitucional del orden democrático en un Estado del Hemisferio constituye un obstáculo insuperable para la participación del gobierno de dicho Estado en el proceso de Cumbres de las Américas” y eso es precisamente lo que intenta hacer las FARC desde hace casi 50 años y que, el gobierno venezolano, al solidarizarse y apoyar públicamente dicha acción de “alteración o ruptura del orden democrático” se hace parte de ella y por lo tanto viola el espíritu de promoción y defensa de la democracia y el principio de no intervención entre los estados firmantes.

En el mismo sentido y por la misma razón, las declaraciones de Chávez constituyen una violación del “Compromiso de Santiago con la Democracia y la Renovación del Sistema Interamericano” pues lo que promociona y defiende es precisamente aquello que atenta en contra de una democracia establecida en un país vecino y miembro de la organización, inmiscuyéndose además en sus asuntos internos y creo que el Sr. Gaviria entiende que esto puede ser justificación suficiente para activar el “mecanismo de acción colectiva en caso de que se produjera una interrupción abrupta o irregular del proceso político institucional democrático o del legítimo ejercicio del poder por un gobierno democráticamente electo en cualquiera de los Estados Miembros de la Organización” del que nos habla este punto de la Carta Interamericana.

Y esto sin contar que la entusiasta disposición declarada por Chávez de reconocer políticamente a las FARC y el abierto apoyo que -a la vista de todos- les brinda es también faltar al compromiso adquirido al ser Venezuela firmante de la “Declaración de Managua”, a la que hace referencia la Carta Democrática Interamericana, por la que el gobierno de Venezuela se comprometió a adelantar “una labor permanente y creativa dirigida a consolidarla, (la democracia), así como un esfuerzo permanente para prevenir y anticipar las causas mismas de los problemas que afectan el sistema democrático de gobierno” y no hay forma de eludir la realidad histórica que las FARC han sido uno de los más graves problemas que han afectado y han debido enfrentar los gobiernos democráticos de Colombia desde los años 60.

Así que, en cuanto al preámbulo o “considerandos” de la Carta Democrática Interamericana se refiere, las declaraciones de apoyo a las FARC emitidas por Chávez ya constituyen una clara violación del espíritu que anima al documento y en lo que respecta a su articulado no hay que escarbar mucho:

“Artículo 1

Los pueblos de América tienen derecho a la democracia y sus gobiernos la obligación de promoverla y defenderla.

La democracia es esencial para el desarrollo social, político y económico de los pueblos de las Américas”. Y en este caso lo menos que promueve y defiende Chávez, con sus declaraciones y acciones en apoyo a las FARC, es la democracia.

Así pues, ¿cómo puede el máximo representante de una “supuesta” democracia, (Chávez), obligado de manera vinculante a los términos y espíritu de un documento continental, (Carta Democrática Interamericana), hacer semejantes declaraciones de reconocimiento y apoyo a un grupo terrorista, (FARC), cuya acción está dirigida a desestabilizar y, de ser posible, arrasar el sistema democráticamente constituido de un país miembro de la OEA, (Colombia), sin que se activen los mecanismos previstos en el documento para corregir tal anomalía?.

Por la misma razón que desde 1999 -y en especial en el 2004- ese mismo presidente no recibió advertencia ni sanción alguna al dificultar hasta extremos inauditos el ejercicio pleno de la democracia y al torcer y desconocer la voluntad popular en las urnas, o por violar, desde entonces, sistemáticamente el contenido de este mismo documento: porque el “Sr. Secretario General” de la OEA, (entonces Gaviria, hoy Insulza), prefiere mirar para otro lado mientras se hurga el ombligo... o las narices...

Como quiera que sea Sr. Gaviria, “lo pasado pisado”, (pero nunca olvidado, que bonitos 3 años nos ha costado su gracia), entiendo que cuando usted, en su comunicado, “exige iniciativa y decisión por parte del Presidente Álvaro Uribe” no sólo se refiere al tema del “canje humanitario” como parece desprenderse del texto sino también de su consideración de haber sido violada la Carta Democrática Interamericana y, en ese caso, la iniciativa a tomar por el presidente Uribe es la invocación de los mecanismos dispuestos en dicho documento sobre la base de su Artículo 17:

“Cuando el gobierno de un Estado Miembro considere que está en riesgo su proceso político institucional democrático o su legítimo ejercicio del poder, podrá recurrir al Secretario General o al Consejo Permanente a fin de solicitar asistencia para el fortalecimiento y preservación de la institucionalidad democrática”.

En este caso puede estar seguro, (o al menos el presidente Uribe), que tendría el apoyo de otros países miembros de la OEA en su solicitud y ciertamente del grueso de los venezolanos que, aún cuando conocemos las realidades que nos confirman las autoridades colombianas en el sentido que las FARC y el ELN mantienen secuestrados a unos 64 ciudadanos venezolanos, tenemos que ver como se exageran los esfuerzos por la liberación de rehenes colombianos en un circo mediático cuyo único propósito es puramente político mientras que no se mueve ni un dedo por los que deberían ser prioridad para el estado venezolano; al extremo incluso de tener que atragantarnos la rabia al escuchar a nuestro presidente decir que no hay venezolanos secuestrados en poder de la guerrilla colombiana...

Los venezolanos, (y seguramente buena cantidad de ecuatorianos), podríamos sumarnos a la presión, que sobre la OEA intente el gobierno colombiano, al colgarnos del Artículo 8 de la Carta que usted invoca:

“Cualquier persona o grupo de personas que consideren que sus derechos humanos han sido violados pueden interponer denuncias o peticiones ante el sistema interamericano de promoción y protección de los derechos humanos conforme a los procedimientos establecidos en el mismo.

Los Estados Miembros reafirman su intención de fortalecer el sistema interamericano de protección de los derechos humanos para la consolidación de la democracia en el Hemisferio”.

Pues, si el público y abierto apoyo del gobierno venezolano a las actividades delictivas y terroristas que un grupo de delincuentes adelanta en contra de los ciudadanos que se supone que este estado está en la obligación de proteger, no son consideradas como una gravísima "violación de los derechos humanos" de los venezolanos y un obstáculo para la consolidación de la democracia en Venezuela y en toda la región entonces yo no tengo ni idea de los que son los derechos humanos y mucho menos del alcance de la bendita Carta Democrática Interamericana

Y ya puestos al quite podríamos sumar a esa iniciativa varias acciones que reflejen toda la larga lista de violaciones que a la Carta ha hecho Chávez desde su “aterrizaje” en el poder en 1999, (que no son pocas, pero claro, solo afectaban a los venezolanos... ¿"que se jodan"?).

Honestamente espero que en el seno de la OEA el publico reconocimiento presidencial que hizo Chávez de “desayunarse todos los días con pasta de coca” no sea considerado un “atenuante”... sino, por el contrario, un agravante y una definitiva señal del cierto e inminente peligro que este desequilibrado individuo y su gobierno representan para toda América Latina.

Saludos

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