Noticiero Digital es una página que reviso con relativa frecuencia; a través de ella fue que me enteré del secuestro y posterior liberación de la niña de 12 años María Chiquinquirá Áñez; y para mi fue muy llamativo que en uno de los threads que en este foro trataron sobre este caso lo titularan: “Niña secuestrada agradece a Globovisión y a foristas de Noticiero Digital”. Al parecer uno de los moderadores del foro habría entrado en contacto con Alberto Federico Ravell, director de Globovisión, para que entrevistaran a una tía de la niña y transmitieran al aire dicha entrevista.
En efecto, la entrevista se realizó y fue transmitida por Globovisión y por Unión Radio, además de reseñada en el foro de ND y al parecer, según palabras de la víctima, fue decisiva en el ánimo de los secuestradores de la niña, que decidieron dejarla en libertad en las cercanías de la ciudad de Maracaibo.
La película venezolana “Secuestro Express” termina con una frase lapidaria que deja –o dejó- en el ánimo de los que la vimos la conciencia de la enormidad del problema, no recuerdo ahora las palabras exactas pero en esencia era: “Mientras la mitad del mundo muere de hambre la otra mitad muere de obesidad, o enfrentamos el monstruo o lo invitamos a cenar”
Es clara la intencionalidad política de la frase, pero esto es algo en lo que no podemos ser obtusos, retrata una realidad con la que tenemos que lidiar todos los días; sobre la que tenemos que asumir responsabilidad pues evidencias concretas de esas “dos mitades” las tenemos todos en nuestros países y nuestras ciudades y, para mayor desgracia, ambas mitades han encontrado en el secuestro un arma o herramienta de uso, cada vez, más frecuente.
El diario español “El País” publica hoy dos notas sobre el tema del secuestro, en ambas nos ofrecen una panorámica de este problema para América Latina; tanto en lo que podríamos llamar el “secuestro formal” como del “secuestro express”... y me pareció muy significativo que ilustraran la nota principal con la foto de los cuerpos sin vida de los hermanos Faddoul y del Sr. Miguel Rivas, su chofer, tal como los encontró la policía en Yare aquel triste día de Abril del 2006, tras haber estado casi 41 días secuestrados; pero ya llegaremos a Venezuela, primero veamos que datos aportan estos dos reportajes.
Según el diario, el “negocio” del secuestro en América Latina mueve más de 1.000 millones de Euros al año y esta impresionante cantidad de dinero sirve para costear actividades ilegales de todo tipo: “el funcionamiento del ELN y de las Fuerzas Revolucionarias de Colombia (FARC), una telaraña de negocios tapadera o las cuentas bancarias de cientos de bandas de delincuentes y mafias policiales en México, Brasil, Argentina, Venezuela o Ecuador”.
Y nos hablan de causas y consecuencias: “La inestabilidad política o económica de varios países de Latinoamérica, la fragilidad del Estado de derecho en casi todos, y la masiva pobreza alimentan una lacra de consecuencias dañinas: el secuestro, sea político o simplemente ladrón, frena la inversión de las compañías extranjeras al encarecer sus operaciones con costosos planes de seguridad”. Y ojalá que esa fuera la única consecuencia, mucho peor que el poner a sudar los bolsillos de las empresas es que el secuestro es uno de los grandes generadores de miedo, dolor y muerte en nuestros países.
Y en este sentido aportan un dato significativo; “entre los años 1996 y 2007, murieron 1.285 personas en cautiverio” y esto sin mencionar todas las demás muertes asociadas a este delito, por lo general producidas al momento del plagio –se haga este efectivo o se vea frustrado- o en los intentos de rescate.
Esto en lo que se refiere al “secuestro formal”; la otra variante, el “secuestro express”, también tiene su reseña. Según el reportaje esta modalidad de secuestro ha tenido un gran auge en la región y para dar una idea se remiten a un informe de la compañía de seguridad Kroll en el que determinan que “los países más castigados son: Colombia, con 4.000 secuestros anuales; México, 3.000; Argentina, 2.000, y Brasil, 1.000”... cifras de hace tres años...
Pero, ¿cómo está Venezuela?, ¿hay estadísticas recientes?... he encontrado algunos datos muy interesantes.
En este informe del año 2003, Fedeagro destacaba que del total de secuestros registrados entre 1963 y ese año en Venezuela, más de la mitad, -54%- se habían producido entre 1998 y el 2003; para el año 2006 Fedenaga nos daba una información más completa –y más espeluznante- sobre la “evolución” del secuestro en Venezuela.
En un informe del 25 de mayo del 2006, pocos días después de la aparición de los cuerpos de los hermanos Faddoul y el Sr. Rivas, la Federación Nacional de Ganaderos de Venezuela presentaba al país sus “números” con los que nos informaban que, desde 1959 a la fecha del informe, ellos llevaban registrados 1.810 casos de secuestro de los cuales 1.505 (el 83,14%) se habían producido entre 1999 y mayo del 2006 y esto es un salto brutal, ¿cómo nos dejaba esto en relación al resto de América Latina?.
En diciembre de ese mismo año, 2006, la Confederación Panamericana de Productores de Seguros, (COPAPROSE) publicó un informe que nos da una idea de la respuesta a esa pregunta.
Según sus estadísticas, para el año 1994, Venezuela ocupaba el puesto número nueve entre los diez países con mayor cantidad de secuestros a nivel mundial; y este dato, aunque lejano, no es en absoluto despreciable pues contrastado con el informe de Fedenaga nos dice que los 190 secuestros oficialmente registrados durante el gobierno de Caldera no eran poca cosa en relación al resto del mundo pero; lo que en verdad destaca es que el salto cuantitativo dado entre 1999 y el 2006 colocó a Venezuela en la posición numero 5 de esta vergonzante lista.
Y aún hay más; según este mismo informe, para ese año Venezuela ocupaba el puesto número 2 de la lista de los 15 países con mayor índice de secuestros a extranjeros, solo superado por... Irak... ¿cuál era la situación de Irak ese año?...
Ateniéndonos a estos datos resulta más que elocuente que Venezuela ocupase esas posiciones cuando en el mismo informe se revela que del total de secuestros perpetrados en el mundo un devastador 70% ocurren en América Latina. A la fecha del informe Venezuela ocupaba la posición número 4 en relación a los países del área, tras México, Brasil y Colombia, en ese orden aquel año.
La información “oficial” más reciente para Venezuela la ofreció el director de la DISIP; en el año 2007 fueron DENUNCIADOS 382 casos, de los cuales 31 de los afectados permanecían en cautiverio y 9 habían sido asesinados por los plagiarios. Destaco la palabra DENUNCIADOS porque obviamente, ocurren muchos más secuestros, tanto formales como express -de los cuales no he conseguido estadísticas- que no son denunciados a las autoridades y que en general se resuelven previo pago de exorbitantes rescates.
Nuevamente Fedenaga amplía la información que yo tomo del Blog de Agro Noticias; según sus cuentas para el año 2007 la “distribución” de los secuestros en Venezuela había sido la siguiente: “Los secuestros se realizaron en 20 estados del país, con más de la mitad ocurridos en Zulia (77), Táchira (34), Barinas (31) y Yaracuy (25). Además fueron numerosos en el Distrito Capital y el estado Miranda (20), y los estados Mérida (16), Bolívar (15), Apure (10) y Carabobo (10)”.
Además aportan otros datos interesantes: “De las víctimas de secuestros que permanecen en cautiverio desde 2002 a 2007 solo se sabe que suman 82. En 2007 62% de las víctimas fueron liberadas presumiéndose pagaron rescate pues solo 12% fueron rescatadas por las autoridades. El 3% de los plagiados se fugaron de sus captores y el 5% fueron asesinados. Apenas el 2% de los secuestros fueron frustrados; 16% permanecen en cautiverio”.
Mientras el gobierno maneja sus cifras, incompletas por no decir dudosas, insistiendo en que se trata de la acción del “hampa común” muchos operadores políticos de oposición y personas desinformadas se empeñan en argumentar lo contrario. El hecho cierto es que las cifras de secuestro en Venezuela han aumentado exponencialmente en los últimos 10 años; solo las cifras oficiales para el año pasado representan un aumento cercano al 48% con respecto al 2006 según lo reseña la agencia EFE en este reportaje que recogía el digital “El Día.es” en diciembre pasado y basado en la información que les acabo de comentar suministrada por la Disip.
Los dos, gobierno y oposición, tienen razón y a la vez están equivocados en este tema; el secuestro es un negocio globalizado con ramificaciones a otras áreas o actividades delictivas que se nutren y apoyan en él y mientras unos sigan empeñados en “reconocer beligerancias” sin prestar atención a las realidades internas y los otros empeñados en soslayar el grave problema que el “hampa común” aporta y representa en este escenario decididos a atacar compulsivamente todo lo que huela a "aspiración oficial" no avanzaremos ni un milímetro en su solución pues ambos bandos están, (estamos), dejando de lado lo medular: el delito, sus causas y sus consecuencias. El secuestro puede, en algunas muy notorias de sus manifestaciones, tener motivaciones políticas pero su solución siempre es y será de carácter legal, policial y judicial.
Ciertamente, o enfrentamos a ESTE monstruo o lo invitamos a cenar... y yo, por lo menos, no lo quiero invitar, aunque parece que en Miraflores si... ; )
Saludos.
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