viernes, 6 de diciembre de 2013
2014, El Año de los que no Votan
Sucede pocas veces pero sucede, bueno, al menos desde 1998:
1998 Presidenciales
1999 Referendo Asamblea Constituyente (abril)
1999 Referendo aprobatorio Constitucion (diciembre)
2000 "Mega-elecciones" o relegitimación, presidenciales, regionales y municipales
2004 Referendo revocatorio al presidente
2004 Regionales
2004 Municipales
2005 Legislativas
2006 Presidenciales
2007 Referendo reforma constitucional
2008 Regionales
2008 Municipales
2009 Enmienda constitución para eliminar límites de reelección
2010 Legislativas
2011 Primarias oposición
2012 Presidenciales
2012 Regionales
2013 Presidenciales
2013 Municipales
¿Lo ven?... Si... eso es, salvo el lapso que medió entre las "mega-elecciones" (aun me acuerdo de Semtei: "el 28, el 28, el 28...") y el referendo revocatorio del 2004, (que debió realizarse en el 2003 pero que a punta de "firmas planas" Jorge Rodríguez logró correr casi un año mas), no hemos tenido un año sin campaña electoral, sin votación de alguna especie que en algunos años hasta tuvimos por partida doble. El próximo año se repite el fenómeno.
Sociólogos y politólogos deben tenerlo mas claro que yo, o al menos eso espero, pero me imagino que este singular hecho tiene una significación profunda en lo que ha sido nuestra historia contemporánea, es como esas alineaciones cósmicas que tanto explotan en las películas chinchurriosas de Hollywood, casi hitos menores del apocalíptico calendario Maya-mero.
Las cosas como son, el gobierno necesita la permanente distracción o distorsión que produce una "contienda electoral"; nada mas hecho a su medida que unas elecciones pues les permite poner de primer plano todo el tráfago panfletario de boludeces supinas que compone cualquier campaña y todos sus aderezos incluyendo, cómo no, el reimpulso de las voces de la abstención que, a sabiendas o no, hacen de la distracción algo mas eficiente pues caldean cualquier discusión y desestiman cualquier propuesta y claro que desaniman a unos cuantos en beneficio de quienes dicen adversar.
Tan eficiente el desestímulo al voto que en el 2005 se dió un caso que debería entrar en los libros de texto sobre la materia por emblemático, ese año los primeros en abstenerse de manera militante fueron los propios políticos que decidieron retirar sus candidaturas con el propósito de "des-legitimar" los resultados y por extensión al gobierno, fracaso rotundo que fue apoyado con entusiasmo por casi el 75% de los votantes que no se presentó a ejercer su derecho/deber y claro, buena parte de ellos porque sencillamente no tenía por "quién" votar aunque algunos, como yo, fuimos a estampar nuestro voto nulo en plan chulito y ahí te dejo esa vaina... y tal.
El resultado es histórico, no solo resultó un gran tiro por la culata al permitir la conformación de una Asamblea Nacional 100% oficialista sino que además no logró su objetivo deslegitimidor sino todo lo contrario; esa Asamblea chavista ademas de atornillar con firmeza al régimen en el poder fue la que legisló, avaló y permitió todo tipo de leyes, decisiones, acciones, habilitantes, expropiaciones, etc que terminaron configurando el abismal caos que estamos padeciendo hoy en día, incluyendo la designación del siniestro equipo de rectores del CNE que, aun con el período vencido, siguen conduciendo los procesos electorales en Venezuela. Bravo.
Siempre es sano sospechar del "árbitro" y nada mas sospechoso que este CNE y sus siempre malintencionadas marramucias, que son muchas y tan escandalosamente evidentes que no vale la pena volver a hacer una lista de todas sus irregularidades aunque muchos se hayan dado a la tarea de minimizarlas y resumirlas con el ridículo eufemismo de "ventajismo".
Que yo sepa nunca, pero nunca, se ha denunciado un caso en el que el total de votantes que ejercieron su derecho/deber en una mesa o centro electoral y el total de votos reflejados por la o las maquinitas haya diferido, cuando me tocó ser miembro de mesa yo llevé el famoso cuaderno de votación y no permití que nadie lo tocara, fue una maratón de locura que duró 12 horas en las que no me moví de mi ridícula sillita de preescolar ni para ir al baño, mi mayor deseo era que tal discrepancia se diera en mi mesa o en cualquiera de las otras 5 en mi centro de votación... me quedé con las ganas y esto, aunque frustrante es importante pues demuestra que si el voto se emite, el voto se cuenta.
Tampoco se ha dado un caso, y esto mas que sospecha es miedo atávico profundizado y capitalizado por el gobierno, que en verdad se sepa por quién se votó y que esa información "secreta" haya sido aprovechada por el gobierno para despedir de su trabajo a alguien o para marginar a alguna persona o familia de las hipotéticas bondades de todas las misiones o programas de las que podrían ser beneficiarios... el voto, aunque les duela y les complique la vida, es tan secreto como cada quien decida que sea, ¿no tuvieron que revisar teléfonos y computadoras en abril para saber a cuál candidato le hicieron ojitos los empleados públicos?, si en verdad ellos están en capacidad de saber por quién votó cada quien no habrían tenido que pasar por eso de manera tan vergonzosamente pública y notoria.
La verdadera trampa, que si la hay, está en los "multicedulados" que votan varias veces en distintos centros de votación porque nunca, pero nunca, la tinta donde uno moja el chiquito ha sido de verdad indeleble, única y frágil garantía del principio de "un elector - un voto"; empezando por el simple y repetitivo hecho que al mojar el dedo en el desengrasante si no se seca bien antes de introducirlo en la tinta esta queda arruinada, ya es "deleble"; esos que votan en las mesas instaladas dentro de organismos o dependencias del gobierno y que son presionados, vigilados, amenazados y extorsionados; los votos emitidos en esos centros de una sola mesa que, por ley, no son auditadas y arrojan resultados tan absurdos como esas en las que Nicolás sacó el 100% de los votos sufragados, los que votan en las máquinas fantasmas que siempre hay por ahí encaletadas en las casas del partido o en casas particulares... por supuesto que hay fraude pero, ¿pueden sumar todos estas irregularidades, por si solas, votos suficientes para dar vuelta a una elección de manera "irreversible"?.
Es difícil pero posible si se da una condición: la abstención, esos espacios en blanco que son rellenados a placer en esos centros donde no hay testigos o representantes de la oposición (que no son pocos) o donde estos sencillamente deben hacerse a un lado y cerrar la boca por hallarse solos y sin ningún tipo de apoyo ni logístico ni legal ni físico, ni el día de las elecciones ni después, a quienes entiendo pues tengo claro que la vida vale mucho mas que todas estas cosas. Las elecciones que ganó Capriles el 14 Abril demuestran la validez de esto que comento, una auditoría seria seguramente habría validado todas y cada una de las denuncias hechas en la impugnación en la que la clave era, ni mas ni menos, que aquel valioso tesoro que tanto cuidé cuando me tocó: el cuaderno de votación.
La incomprensible reculada producto del cálculo electoral en el momento en que mas ha debido hincarse el diente en ese lomito quedará para la historia en los anales de la estupidez junto al decreto y autojuramentación de Carmona...
Lo mismo que dejar pasar tantas cosas desde que Chávez anunció su cercana muerte decretando a un sucesor que por muy diversas razones, políticas y legales, no podía sucederle y todo lo que ha pasado tras los acontecimientos de Abril, muestras claras y abundantes de una debilidad de origen que se pretende subsanar con un ejercicio continuado de fuerza que ha resultado en auténticas aberraciones y en claras manifestaciones de inaudita locura.
Por eso también es sano sospechar de los propios vista la facilidad que tienen algunos para supeditar las necesidades de la mayoría a los objetivos y apetitos de una minoría, a la facilidad que tienen otros para "saltar la talanquera", (casos abundan), y las condiciones que exhiben tantos para agitar banderas y agendas acomodaticias según sople ese viento electoral venezolano que rara vez amaina.
Los abstencionistas, apoyados en mucho de lo que he dejado escrito hasta aquí e impulsando y ampliando estos argumentos hasta límites insospechadamente retorcidos y escabrosos, han ejercido un peso enorme en el destino y el camino que ha transitado Venezuela desde 1998, una influencia mucho mas contundente y decisiva que aquellos famosos Ni-Nis que no son mas que irresponsables con un nombre coqueto y que desde que el mundo es mundo han preferido escurrir el bulto de su responsabilidad mintiéndose a sí mismos como si su simple declaración de "apolíticos" les abriera las puertas a un universo paralelo en el que no tienen que sufrir las consecuencias de haber permitido con su apatía e indiferencia la prolongación en el tiempo del desastre que prefieren ignorar.
El 2014 es el año de los que no votan, el año que viene los Ni-Nis tienen la oportunidad de plantear la solución apolítica que tanto empeño han puesto en reservarse durante 15 largos años y sería bueno que se decidan a hacerlo una vez que tomen conciencia de su peso pues siempre se ha dicho que representan entre un cuarto y un tercio de la población con capacidad de decisión o al menos de participación en la toma de decisiones, el año que viene tienen una oportunidad de oro para demostrar que son algo mas que peso muerto.
Pero lo que con mas ansias espero, lo que mas me hace ilusión, es descubrir las soluciones a todos estos entuertos que definen nuestra vida en Venezuela de la mano de aquellos que desde el primer día, por allá en el 99 mientras el galáctico juraba pajudamente sobre la moribunda, se han dedicado a torpedear, sabotear, criticar y estorbar cualquier iniciativa de la oposición que haya pasado por un evento electoral.
La historia de estos 15 años abunda en errores y mentiras, en infamias, traiciones y claudicaciones, algunas francamente dolorosas y decepcionantes, algunas verdaderas tragedias de las que harán falta unas cuantas generaciones para reponerse de sus consecuencias y muchas mas para olvidarlas; pero también han sido 15 años de lucha y de resistencia, de propuestas y de respuestas, de participación de CIUDADANOS que nunca rehuyeron su responsabilidad y no es que creo, mas bien es que sé con certeza que no soy el único que siente que, a pesar de los resultados adversos, este esfuerzo continuado no ha sido un total fracaso, la prueba se dió en abril, la respuesta y el esfuerzo generoso y desinteresado de tantos millones de personas para mi tiene el mismo valor histórico que las fotos de aquella marcha del 2002 que desbordó la autopista y sus adyacencias en su camino a Miraflores y estos dos hitos son parte de lo que en mi fuero interno en verdad define a Venezuela, a pesar de los pesares.
Está dicho, el 2014 es el año de los que no votan y si la solución, según predican tantos, no viene por vía electoral tienen 365 días para demostrarlo y para proponer sus salidas y para entusiasmarnos a todos y en este punto nada mas pertinente que parafrasear la pregunta que planteó Cesar Miguel Rondón en su Editorial del día 05 de diciembre: "¿Desde qué trinchera y en qué montaña y con qué armamento..." le van a echar bolas?... digo, para pasar agachao... porque yo soy de los que votan y el año que viene como que lo tengo libre.
Saludos
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