martes, 24 de julio de 2007

Cuando se presta atención cualquiera puede ser Nostradamus...


No hace tantos días publiqué en este espacio un par de videos en donde uno de los agentes cubanos infiltrados en Venezuela relataba, (una vez “evadido” de su servicio), en un programa de televisión de Miami, la manera en que el gobierno de Fidel espiaba en Venezuela, (con la cómplice anuencia de nuestro gobierno), y en que forma este espionaje era articulado con las acciones, intenciones y proyectos del régimen al que aún estamos sujetos.

A este par de videos sumé unas grabaciones telefónicas, que había recibido vía mail, para ilustrar el resultado que en Cuba han tenido estas mismas políticas que se nos intentan imponer a los venezolanos y que, no hay manera de ocultarlo, vienen calcadas de las que tanto éxito le han reportado al tirano Fidel.

En una de las tres llamadas telefónicas en cuestión, el hombre que las realiza, intenta conseguir que la empresa cubana que administra ese servicio telefónico, CUBACEL, (si afinan la vista pueden leer arriba su "misión", su "visión" y su "política de calidad" que contrastan objetivamente con el testimonio de la llamada a que me refiero), le asigne un teléfono celular, (vuelvan a escucharla siguiendo el vínculo directo que les puse en el párrafo anterior o allá abajo, al final de esta misma página en el cuadrito de SplashCast,... es la primera llamada) y entre los muchos argumentos que él utiliza para conseguir esa línea, tenazmente negada por la señorita que le atiende, está el de la asignación de teléfonos celulares a los directivos de los comités de vecinos, que como es de todos conocido son los órganos civiles de control político y para-policial que utiliza el régimen de Fidel para espiar y controlar a las comunidades...

El día de hoy, revisando como de costumbre las versiones digitales de los diarios de Venezuela me encuentro, en la página de “El Universal” con la noticia, comunicada por la presidenta de la “nueva” MOVILNET Jacqueline Farías en el programa “En Confianza”, que serán entregados unas 300 mil líneas celulares y sus respectivos equipos SUBSIDIADOS por “la empresa”, (¿no será más bien por nosotros?), a los Consejos Comunales “...como parte del plan de organización social” que se adelanta.

Según indicó la presidenta de Movilnet, se espera que esa cifra se eleve a 1 millón de líneas, que sería más o menos la cantidad de Consejos Comunales debidamente registrados y el “plan” al que quedarían afiliados contempla, según lo explicado en esta página de El Universal, 3 mil segundos libres en llamadas a CANTV o MOVILNET, 500 mensajes gratis y una renta básica de 12 mil bolívares, e incluye una línea prepago al precio promocional de 10 mil bolívares...

Ahora, ¿puede uno oponerse razonablemente a que se les den facilidades a los Consejos Comunales en materia de comunicación?... Formalmente no... En teoría los Consejos Comunales son los órganos por los cuales “el pueblo” se organiza y participa activamente en la determinación de sus destinos, en la identificación de sus necesidades colectivas y en el impulso de los proyectos que habrán de satisfacer esas necesidades, amén de la tan cacareada pero, en la práctica, inútil “Contraloría Social”. En este sentido es razonable el proveer a estos Consejos con los medios técnicos necesarios para llevar adelante sus tareas.

Nuevamente, lo “malo” no son los Consejos Comunales en si mismos, sino el uso que se hará o se pretende hacer de ellos: Bien como un parapeto detrás del que se pueda esconder un aparato de espionaje y represión ampliamente ramificado y extendido como el de los comités cubanos o como un instrumento de manipulación de las justas necesidades y aspiraciones de los colectivos que con los Consejos intentan organizarse y esperan lograr, efectiva e inocentemente, cambiar sus realidades, embobados aún con la promesa falsaria del poder “real” u “original”.

El uso que se le ha dado a estos cuerpos de organización vecinal a nivel político hace pensar en formas, no muy discretas por cierto, de duplicar poderes al tiempo que se minan las ya muy frágiles instituciones “democráticas” cuya existencia está supeditada a las necesidades formales del régimen; además, el supuesto “alcance” de las atribuciones de estos Consejos Comunales los convierten en el instrumento ideal para la proyección de un poder absoluto y vertical que se articulará debidamente con las milicias o reservas, compuestas por los mismos miembros de los Consejos, y en una manera "legal" de canalizar recursos, rápida y directamente sin ninguna sombra de contraloría posible...

Al hombre de las llamadas se le niega el servicio por el simple hecho de ser cubano, su réplica es una pregunta: “¿Qué culpa tengo yo de haber nacido en Cuba?”; al leer hoy esta noticia inmediatamente recordé esa llamada y a la luz de las similitudes y a la cercanía del régimen de Fidel con el nuestro, denunciadas por aquel agente cubano de los videos y constatables por cualquiera a diario y sin mayor esfuerzo; ante la amenaza cierta de una NUEVA Constitución, (insisto en que no es una modificación, es una NUEVA Y MUY DIFERENTE CONSTITUCIÓN) hecha a la medida del régimen... ¿Cuánto tiempo falta para que empecemos a preguntarnos qué culpa tenemos de haber nacido en Venezuela?.


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