miércoles, 4 de julio de 2007

Casas Plásticas

El día de ayer vi una parte de la cadena de radio y televisión con que nuestro Sr. Presidente anunció su visita a nuestro país, confieso que no tuve estómago para verla completa porque estaba comiendo mi tardío almuerzo...

Lo que alcancé a ver fue el pedacito en que admonitoriamente le recordó al pobre viejito, general Müller, sobre la inconveniencia de “confundirse” con el tema de la politización de la Fuerza Armada Nacional (FAN) cuando en mi opinión no hay nada más lúcido y real que el reconocimiento del doblemente retirado general en el sentido que las FAN están politizadas y partidizadas y que no hay mejor prueba de ello que la exclamación obligatoria de aquello de “Patria, Socialismo y Muerte” pues ¿Acaso no son miembros activos de las FAN los primero propulsores y miembros del naciente PUSV?... Espero que alguien se encargue de recordarles que la Constitución (¿debería llamarla moribunda?) lo prohíbe expresamente...

Pero no es de estos chismes de discusiones mediáticas presidenciales que quiero escribir hoy; poco después (¿o fue antes?) de la advertencia al general, el Sr. Presidente nos mostró orgulloso los logros estratégicos de su visita a Irán, en particular en el área de la industria petroquímica. De su improvisada y superficial lectura-revisión del folleto con que sustentó sus palabras hay dos o tres cositas que quiero destacar

Por un lado: Si es verdad que en Venezuela no se producían las jeringas y demás material médico primario de material plástico que por su uso y características son de alto consumo y significaban un gasto enorme en partidas de importación y me parece fenomenal que se produzcan en el país.

A esto solo quiero agregar que espero que el capital con que se financia esa producción y esta empresa sea venezolano al igual que espero sean venezolanos los gerentes y los trabajadores de esa planta y también el mercado donde se comercializarán sus productos para que algo positivo quede de la iniciativa, y que ésta sea manejada con verdadera vocación gerencial y con un alto estándar de calidad y que en algún momento produzca excedentes suficientes para convertirnos en exportadores de este material que en cualquier parte del mundo tiene una alta demanda.

Qué tan avanzado está el proyecto no lo se, tampoco se si es algo real o por el contrario puramente propagandístico pero como sea la idea no es ni mala ni descabellada, la pregunta obligada es ¿Por qué no se puede hacer lo mismo con tantos otros productos, bienes y servicios cuya producción se ve tan limitada y entorpecida por las políticas gubernamentales obligándonos a importarlos cuando podrían ser producidos en el país? y no me refiero al sospechoso proyecto de las famosas bicicletas iraníes... ¿será que en el futuro todos tendremos que movernos en bicicleta?...

El segundo punto que tocó fue el de utilizar el contenido de una “Laguna” de desperdicios de la industria petroquímica (que tiene años acumulándose y llenándose con la mas diversa cantidad y tipo de desechos) para convertirlo en una especie de “cemento” para la industria de la construcción...

Ok, eso es reciclar y es válido y positivo pero... quisiéramos ver que organismo o instituto en verdad confiable ha estudiado el contenido de esa laguna de desechos y ha determinado y certificado mas allá de toda duda que el uso de ese material en la construcción de viviendas es verdaderamente seguro para sus habitantes, quisiéramos una garantía formal que esto es así y una identificación clara de los responsables de este proyecto y de esa deseable certificación.

¿Por qué? Porque son DESECHOS DE LA INDUSTRIA PETROQUÍMICA, tal como están ahora acumulados en una laguna son ALTAMENTE CONTAMINANTES Y TÓXICOS y quisiera que nos explicaran en que parte del proceso de convertirlos en cemento se elimina esa toxicidad.

Y puede argumentarse que a fin de cuentas se va a utilizar para “pegar bloques” y que va a quedar cubierto por el friso y la pintura... muy bien... ¿ya nos olvidamos del Asbesto cuyo polvillo por muy pintado que estuviese seguía siendo altamente tóxico y cancerígeno?, ¿Alguien tiene noción de la cantidad de láminas de asbesto que aún cubren los techos de muchos hogares venezolanos y de los efectos que se van acumulando en sus organismos?

Ya la producción del cemento tradicional es altamente contaminante ¿cómo explicar y justificar que la producción de un sustituto cuya base son materiales contaminantes no lo será y aún en mayor escala?; no es suficiente el argumento de sus propiedades organolépticas ni el de la reducción de costos ni el del aprovechamiento de desperdicios; de esa sustancia van a estar rodeados los que habiten las casas que con ella se construyan y es necesario despejar formal y honestamente todas las dudas.

Y hablando de casas, este era el otro punto que quería comentar hoy: las anunciadas “casas plásticas”...

Mientras anunciaba todos los proyectos petroquímicos en que se embarcará Venezuela con la supuesta colaboración iraní, el Sr. Presidente nos mostró una especie de folleto-carpeta con muchas fotos que mostraban las características y sistemas constructivos de casas fabricadas con material plástico...

La idea no es nueva ni original y cabe preguntarse por qué no ha tenido éxito, o al menos auge, en los países del mundo que desarrollaron originalmente esta idea y diseñaron originalmente este sistema de construcción.

En Venezuela hay varias de estas casas, algunas viejas, recuerdos de las ciudades-empresas petroleras americanas y otras mas nuevas y modernas desperdigadas por aquí y por allá; de estas nuevas y modernas les puedo dar las señas de dos: Tendrán un par de años de construidas y están ubicadas en la Isla de Margarita, a un lado de la vía que conecta La Asunción con Juan Griego a la altura de la población de La Vecindad, justo frente al campo de béisbol de esa localidad...

Les cuento: Esas dos casas son las “viviendas modelo” que servían para ilustrar el tipo de vivienda que se pretendía construir en el enorme terreno aledaño y que iban a ser la gran solución habitacional para el Municipio Gómez de nuestro estado insular.

El caso es que el proyecto esta detenido pues resultó que los terrenos no eran propiedad municipal, tenían dueños particulares y además porque resultaba tremendamente costosa la construcción de estas casas por lo que una vez terminadas “debían” venderse, (a las personas que se postulasen como compradores, después de una interminable cantidad de trámites), a un precio exorbitante en comparación con el precio que, siendo de las mismas dimensiones y características, serían vendidas las que se fabricaran por medios y con materiales convencionales...

Como sea, en medio de todo esto se hizo público que el diseño original, la fabricación de las piezas y el sistema constructivo eran de una empresa canadiense que las comercializa para ser usadas como viviendas temporales en campamentos, sitios de construcción de grandes obras de infraestructura, explotaciones petroleras y mineras, etc., pero el Sr. Alcalde de la localidad, Sr. Aquiles Rojas, desestimó la provisionalidad expresa de estas viviendas y firmó el contrato de suministro de los diseños y materiales con una empresa colombiana que compraba el material a la canadiense y lo revendía, además de asegurarse para si el contrato de construcción...

Ahí quedaron las dos casas, una le fue entregada al comando de Protección Civil del Municipio y la otra no se a quien fue entregada, pero ahí están para que cualquiera pueda ir a verlas y se entere de que se trata esto de las casas plásticas y como son en la vida real. Las “Piezas” encajan unas con otras pero no como en el “LEGO” sino más bien como en un machihembrado, no están ancladas al piso pues la casa termina siendo una unidad y el techo se fija con amarres y herrajes pues es liviano...

Una solución habitacional temporal excelente pero de ninguna manera una solución permanente, a mi que me expliquen como van a convencer a una familia a mudarse de su ranchito de bloque y cemento a una casa de plástico, como van a hacer estas personas para modificar o reparar estas casas cuando sea necesario o para ampliarlas en el futuro si es que les es posible o necesario.

Se supone que además de suministrarles los materiales y las “instrucciones” se les va a capacitar en su construcción para que sean los mismos beneficiarios los que se fabriquen sus casas y se les van a conceder terrenos amplios y con todos los servicios para que se construyan ahí estos desarrollos urbanos cómodos y modernos...

Ahora bien, si en este país uno de los oficios mas extendidos es la albañilería, si se les van a entregar terrenos suficientemente espaciosos para la construcción de viviendas de tres y cuatro habitaciones, si se les va a capacitar y a dirigir en la construcción de estas casas ¿No es mejor proporcionarles bloques, cabillas y cemento y que se construyan viviendas en verdad dignas, sólidas y permanentes?

Yo estoy convencido que esa es la única manera de resolver el problema habitacional de Venezuela, que la comunidad participe activamente en la construcción de sus propias viviendas pero con supervisión y dirección técnica especializada para que el resultado sean buenas casas, bien construidas y duraderas, y en especial fuera de las zonas de riesgo de derrumbes e inundaciones y con todos los servicios públicos necesarios y debidamente normados para que también de una vez se termine el robo de luz eléctrica y agua potable cuyas consecuencias y facturas terminamos cargando los que pagamos estos servicios y que las cloacas y sumideros estén bien trazados y canalizados y se terminen los focos de infección y enfermedades que son hoy las cloacas y quebradas colapsadas de basura y cuyas víctimas principales son, precisamente, los que las colapsaron con basura... ¿se puede hacer con las de plástico pero no con las de cemento?... no me lo creo... sencillamente las de plástico, (además de ser un buen negocio para alguien), se construyen mas rápido y se pueden mostrar antes al mundo como logros y éxitos definitivos mas que como lo que en verdad serán: soluciones intermedias, limitadas y temporales.

Sobre todo temporales, pues seguramente pronto serán abandonadas a su suerte por sus moradores en busca de soluciones habitacionales mas duraderas o que al menos den una sensación de mayor seguridad y durabilidad, de adaptabilidad a las necesidades cambiantes pero concretas de sus habitantes.

Y esa fue la imagen que se formó ayer en mi mente al imaginar pueblos enteros de casas plásticas abandonadas, (que, por cierto, quedarán allí por millones de años pues no serán biodegradables) y como en una película recordé las líneas finales de “Casas Muertas” de Otero Silva:

“Cuando el camión pasó frente a la última pared tumbada y enfiló hacia la sabana parda, dijo doña Carmelita:
—¡Qué espanto, Dios mío!
—¡Qué espanto! —respondió Carmen Rosa.
—¡Qué espanto! —repitió Olegario.
Rupert, el trinitario, aceleró el camión y canturreó una canción de su isla:
Sofia went to Maracaibo¡

Bye, bye, Sofia!”

El fondo musical de esta escena se parecía a una canción de Rubén Blades:

“Estas son las casas plásticas
que el gobierno tiro por aquí...”

Que barbaridad...






1 comentario:

La Flaca Bohemia dijo...

Otro proyecto más para alimentar la corrupción en el país. Consigámonos unas cuantas compañías fantasmas para encargarles el proyecto, le pagamos un realero y listo. Seguimos con los mismos ranchos y sin plata. Todo ésto parece deja vú.

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