En días pasados, cuando coloqué aquí el video del programa que transmitió Globovisión “Venezuela se uniforma” dejé pendiente un “Después hablamos...”, mi intención era que ese “después” se concretara con este post, cuyo tema y contenido ya tenía bastante claro en ese momento.
Curiosamente el primer comentario que recibió el post con el programa vino del amigo Fernando quién me invitaba a visitar su blog “Luces y Sombras” para ver otro documental, esta vez sobre el “amor al líder”; eufemismo que maquilla el aberrado culto a la personalidad que se profesa en Corea del Norte y que seguramente no escapa a las fantasías de adulación y amor incondicional que parece necesitar el “líder” del Chavismo.
No creo en las casualidades: Lo primero que me recibió al abrir el blog del amigo Fernando fue la foto histórica del Padre Luis María Padilla auxiliando infructuosamente al Cabo 2do Sequera durante “El Porteñazo”, (que es la foto que ilustra este post y que le valió el premio “Pulitzer” a su autor, el fotógrafo venezolano Héctor Rondón Lovera) y es que mi intención era, justamente, reseñar aquí que las fuentes ideológicas formales, de las que bebe Chávez, extraen sus turbias “aguas” precisamente de los organizadores, impulsores y perpetradores de los hechos criminales que se conocen en nuestra historia como “El Porteñazo” y “El Carupanazo”, incluso dejar claro que el propio Chávez es un producto del “trabajo” de estos mismos personajes en el seno de la Fuerza Armada Nacional (FAN).
Si están interesados en conocer detalladamente la “secuencia” de hechos de las rebeliones militares de El Guairazo, El Carupanazo y El Porteñazo les invito a leer el material de esta página, una excelente y pormenorizada relación de los hechos.
El presidente Chávez nunca ha ocultado su personal relación con el conocido guerrillero de los 60, Douglas Bravo, de hecho la recuerda y la menciona con relativa frecuencia y es la punta de la madeja que permite recorrer ese trozo de sus historias personales, que vincula a nuestro Presidente con los impulsores del Porteñazo, una relación que a la postre configuraría y determinaría las características del “modelo” que hoy la mayoría de los venezolanos rechazamos.
Según nos cuenta Alberto Garrido, en su libro “Notas sobre la revolución bolivariana” (editado por el autor en el 2003), la decisión de infiltrar la FAN para ganar adeptos y construir en su seno un germen revolucionario de corte Marxista-Leninista, se la debe la “Revolución” a Douglas Bravo, Teodoro Petkoff y Eloy Torres quienes, en una reunión que sostuvieron en la casa del oficial Rafael Arraez Morles el año 1957, llegaron a la conclusión que, dadas las características socioeconómicas y culturales de la oficialidad y la tropa tal cosa, no solo era posible, era deseable.
Y tenían razón, poco tiempo después de iniciado el “trabajo” de captación tenían ya bajo la directriz del Partido Comunista Venezolano (PCV) una buena cantidad de oficiales y suboficiales que serían los que pocos años después, en 1962, participarían en el Porteñazo y en sus dos hermanas menores y previas “El Guairazo” y “El Carupanazo”.
De estos oficiales, los que lograron eludir las acciones represivas y punitivas del estado tras los alzamientos, se unieron directamente a la guerrilla castro-comunista que por aquella época, (gobierno de Rómulo Betancourt), medraba en nuestro país e intentaba deshacer el frágil estado democrático que renacía de los escombros que dejó la recientemente derrocada dictadura de Pérez Jiménez.
Reconocida la imposibilidad de victoria por la vía del alzamiento militar sobre la base de las fracasadas experiencias en la Guaira, Carúpano y Puerto Cabello, para el año 1964, Douglas Bravo, en su llamado “Documento de la Montaña” adelanta por primera vez la tesis de la necesidad de caracterizar localmente a la revolución, la necesidad de reconocer los elementos ideosincráticos locales para fusionarlos con el cuerpo teórico-ideológico del marxismo y darles mayor validez a los argumentos de cara a la población del país donde se desarrollaba la lucha... Este planteamiento acaba de tener un sonoro eco en las recientes palabras de Baduel que en su discurso de despedida habló de una “revolución con elementos autóctonos”...
En este mismo “documento” elaborado por Douglas Bravo hace más de 40 años es donde se plantea el regreso del movimiento revolucionario al interior de la FAN y donde se hace una primera mención al “Bolivarianismo” como elemento local diferenciador de la revolución en Venezuela.
Curiosamente en este texto se reconoce la ausencia de clases sociales cerradas tanto en el interior del ejercito como en la sociedad venezolana, cuestión que para Bravo facilitaría y favorecería el trabajo de reclutamiento, como en efecto sucedió, pero que en mi opinión, por definición, descuadra el fondo ideológico del asunto pues, teóricamente y dentro de los esquemas del Marxismo, se entiende que la lucha de clases como elemento intrínseco y característico del capitalismo, es el “motor”, la justificación de la revolución como proceso histórico objetivo que dará fin a esa lucha y con ella al capitalismo y si ya de entrada se reconoce que no hay clases sociales cerradas en pugna pues... ¿De qué clavo ardiendo se cuelga, (justifica), una revolución?... en fin...
A comienzos de los 70 la guerrilla y su raquítica expresión urbana eran ya un recuerdo, pero el trabajo de captación al interior de la FAN continuó y es en 1982 cuando, según el propio D. Bravo, Hugo Chávez es captado para el movimiento a través del contacto de su hermano Adán, hoy Ministro POPO de Educación, (quien entonces militaba en el Partido de la Revolución Venezolana (PRV) y sirvió de puente para que Chávez entrara en contacto con Bravo a través del Prof. Nelson Sánchez), tal como el mismo Chávez ha corroborado en innumerables ocasiones con evidente orgullo: Es su hermano Adán quien lo incorpora a la “lucha”.
En el mismo camino se encontraba entonces William Izarra (Fuerza Aérea Venezolana) quien después ocuparía varios cargos relevantes dentro del gobierno de Chávez pero que en aquella época estaba ubicado por encima de éste en el “escalafón revolucionario” al ser el jefe militar “reconocido” del movimiento; hoy día se cuenta dentro de los cuadros organizativos del PSUV y se dedica a llevar adelante el proceso de “ideologización” de masas necesario para el sostenimiento en el tiempo del “proceso”... hace poco se dirigió emocionado e improvisado ante una escuálida reunión de simpatizantes del chavismo en la Plaza Francia de Altamira...
Izarra fue el comandante de los grupos subversivos R-83 y Alianza Revolucionaria de Militares Activos (ARMA) mientras en el seno del ejercito nacía el Comité de Militares Patrióticos, Bolivarianos y Revolucionarios que después sería el Ejercito Bolivariano Revolucionario para finalmente conocerse como Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 (MBR-200) el grupo que bajo el comando de Chávez fracasó en su intento de golpe de estado el 4F.
Según nos cuenta el Sr. Garrido en su libro, en el año 1970 fue que se asentaron formalmente las bases de las ideas y tesis Bolivarianas, Robinsonianas, ("Robinson" era el pseudónimo de Simón Rodríguez, maestro y mentor de Bolívar) y Zamoranas, en el marco del Encuentro Cultural de Cabimas, organizado por el brazo político del PRV, este es el famoso árbol de las tres raíces a que tanta referencia se ha hecho y que sería el “ideario” en que basaron sus acciones los integrantes del MBR-200 después del “juramento” bajo el samán de Güere y en el que se asientan las bases del socialismo “autóctono” reclamado por Baduel y vendido por Chávez al mejor postor político.
En palabras del propio Douglas Bravo, citadas en el libro de Alberto Garrido: “El discurso de Chávez forma parte del discurso de William Izarra y es el mismo discurso de todos los oficiales que participaron en este movimiento, desde el Carupanazo y el Porteñazo. Es un discurso que no solo se refiere a los aspectos generales de la soberanía, sino a las consecuencias concretas que el ejercicio de la soberanía apareja. Chávez ha ido eliminando esos aspectos concretos en el transcurso del tiempo. Fue borrándolos.” (El subrayado es mio)
Mas adelante: “Chávez comienza a desentenderse de elementos revolucionarios. Primero deja de lado a la gente que defiende criterios patrióticos. Esa gente no es conveniente para la consolidación de una política ciega.”
Y remata: “Chávez no quiere la participación de la sociedad civil actuando como fuerza concreta. Que la sociedad civil lo aplauda, pero no que participe, que es otra cosa (...) Él no admite una disidencia, ni una opinión distinta. Eso es un peligro para una jefatura única, de mando centralizado. Ese es un peligro absoluto”.
Estas palabras dejan claras las intenciones personalistas, militaristas y autoritarias de Chávez desde la perspectiva del organizador del movimiento revolucionario venezolano en el seno de la FAN.
Según relata D. Bravo, la última reunión que sostuvo con Chávez fue en 1991, el año previo al 4F, y ya en ese momento había una ruptura entre la concepción de Chávez y la concepción del movimiento encabezado y coordinado históricamente por Bravo y su gente.
El mismo movimiento que puso en marcha, ejecutó y aprovechó las sangrientas rebeliones militares de los 60 fue el que le dio a Chávez su principal nutriente ideológico, conceptual y organizativo, el que lo contactó e incluyó en el movimiento subversivo que de la mano de Douglas Bravo sobrevivió en Venezuela a la sombra de una democracia que con el tiempo se hizo más y más permisiva, un movimiento que le permitió organizar su personal experimento de rebelión militar el 4F, (su propio Porteñazo), y que, en general, tamizado hoy por las particularidades y necesidades del propio Chávez se desempeña ahora en funciones de gobierno alejándose cada vez más de los conceptos que lo originaron, al punto que el propio PCV se deslinda de las posiciones autocráticas y de pensamiento y liderazgo únicos propulsados por Chávez al negarse a entrar por el estrecho aro del PSUV, cuestionando su objetivos y dejando en evidencia que el movimiento de Chávez no es un movimiento revolucionario en absoluto sino un movimiento estrictamente personal y militarista, algo que entra en contradicción con los postulados del movimiento revolucionario original que proponía la activa participación civil.
Estas son las fuentes donde bebe Chávez, de donde saca el material de sus discursos, sus argumentos y razones, (aderezados hoy por la experiencia y por sus, como dice Petkoff, lecturas de tapas de libros) y de donde se ha alimentado desde aquel año 1982 y donde ha visto crecer su poder y preeminencia al punto de estar a un paso de lograr la desintegración de una FAN que le dio origen y fuerza pero que ya esta estorbando a pesar de los pesares y no necesariamente por desobediente o sediciosa (a pesar de los rumores) sino al contrario, por rígida y poco dispuesta al cambio y la sumisión absoluta... y porque lo conocen bien: saben de donde viene y saben adonde va...
Pero este cambio de rumbo se lo debe Chávez a su propia personalidad errática y a los que le dieron las herramientas políticas con las que ha logrado vadear el penoso camino que media entre la celda en Yare y el palacio de Miraflores: Luis Miquilena, José Vicente Rangel, Jorge Olavarria, el propio Rafael Caldera entre muchos otros... políticos experimentados y bien conectados que pusieron su experiencia, sus posiciones, sus partidos y sus “cuotas de poder” al servicio del “proyecto” personal de Chávez... pocos quedan ya a su lado, pero ya el daño está hecho...
El punto que queda en el aire es el destino actual del “movimiento revolucionario” original, el que nació en los 60, este es tal vez un tema que se aclarará en el futuro pero que tal vez hoy explique las diferencias que se hacen cada día mas evidentes en el seno de la FAN, diferencias que se perfilan como la próxima crisis que tendrá que superar, esta vez definitivamente, Chávez si quiere terminar de consolidar su proyecto personal.
Me parece que en este caso la pugna entre “el cántaro y la fuente” aún persiste, pero mientras se dilucida cual de los dos se rompe definitivamente esas aguas turbias todavía dan mucho de si, todavía sirven para anegar, enlodar e infectar lo que queda de Venezuela...
Curiosamente el primer comentario que recibió el post con el programa vino del amigo Fernando quién me invitaba a visitar su blog “Luces y Sombras” para ver otro documental, esta vez sobre el “amor al líder”; eufemismo que maquilla el aberrado culto a la personalidad que se profesa en Corea del Norte y que seguramente no escapa a las fantasías de adulación y amor incondicional que parece necesitar el “líder” del Chavismo.
No creo en las casualidades: Lo primero que me recibió al abrir el blog del amigo Fernando fue la foto histórica del Padre Luis María Padilla auxiliando infructuosamente al Cabo 2do Sequera durante “El Porteñazo”, (que es la foto que ilustra este post y que le valió el premio “Pulitzer” a su autor, el fotógrafo venezolano Héctor Rondón Lovera) y es que mi intención era, justamente, reseñar aquí que las fuentes ideológicas formales, de las que bebe Chávez, extraen sus turbias “aguas” precisamente de los organizadores, impulsores y perpetradores de los hechos criminales que se conocen en nuestra historia como “El Porteñazo” y “El Carupanazo”, incluso dejar claro que el propio Chávez es un producto del “trabajo” de estos mismos personajes en el seno de la Fuerza Armada Nacional (FAN).
Si están interesados en conocer detalladamente la “secuencia” de hechos de las rebeliones militares de El Guairazo, El Carupanazo y El Porteñazo les invito a leer el material de esta página, una excelente y pormenorizada relación de los hechos.
El presidente Chávez nunca ha ocultado su personal relación con el conocido guerrillero de los 60, Douglas Bravo, de hecho la recuerda y la menciona con relativa frecuencia y es la punta de la madeja que permite recorrer ese trozo de sus historias personales, que vincula a nuestro Presidente con los impulsores del Porteñazo, una relación que a la postre configuraría y determinaría las características del “modelo” que hoy la mayoría de los venezolanos rechazamos.
Según nos cuenta Alberto Garrido, en su libro “Notas sobre la revolución bolivariana” (editado por el autor en el 2003), la decisión de infiltrar la FAN para ganar adeptos y construir en su seno un germen revolucionario de corte Marxista-Leninista, se la debe la “Revolución” a Douglas Bravo, Teodoro Petkoff y Eloy Torres quienes, en una reunión que sostuvieron en la casa del oficial Rafael Arraez Morles el año 1957, llegaron a la conclusión que, dadas las características socioeconómicas y culturales de la oficialidad y la tropa tal cosa, no solo era posible, era deseable.
Y tenían razón, poco tiempo después de iniciado el “trabajo” de captación tenían ya bajo la directriz del Partido Comunista Venezolano (PCV) una buena cantidad de oficiales y suboficiales que serían los que pocos años después, en 1962, participarían en el Porteñazo y en sus dos hermanas menores y previas “El Guairazo” y “El Carupanazo”.
De estos oficiales, los que lograron eludir las acciones represivas y punitivas del estado tras los alzamientos, se unieron directamente a la guerrilla castro-comunista que por aquella época, (gobierno de Rómulo Betancourt), medraba en nuestro país e intentaba deshacer el frágil estado democrático que renacía de los escombros que dejó la recientemente derrocada dictadura de Pérez Jiménez.
Reconocida la imposibilidad de victoria por la vía del alzamiento militar sobre la base de las fracasadas experiencias en la Guaira, Carúpano y Puerto Cabello, para el año 1964, Douglas Bravo, en su llamado “Documento de la Montaña” adelanta por primera vez la tesis de la necesidad de caracterizar localmente a la revolución, la necesidad de reconocer los elementos ideosincráticos locales para fusionarlos con el cuerpo teórico-ideológico del marxismo y darles mayor validez a los argumentos de cara a la población del país donde se desarrollaba la lucha... Este planteamiento acaba de tener un sonoro eco en las recientes palabras de Baduel que en su discurso de despedida habló de una “revolución con elementos autóctonos”...
En este mismo “documento” elaborado por Douglas Bravo hace más de 40 años es donde se plantea el regreso del movimiento revolucionario al interior de la FAN y donde se hace una primera mención al “Bolivarianismo” como elemento local diferenciador de la revolución en Venezuela.
Curiosamente en este texto se reconoce la ausencia de clases sociales cerradas tanto en el interior del ejercito como en la sociedad venezolana, cuestión que para Bravo facilitaría y favorecería el trabajo de reclutamiento, como en efecto sucedió, pero que en mi opinión, por definición, descuadra el fondo ideológico del asunto pues, teóricamente y dentro de los esquemas del Marxismo, se entiende que la lucha de clases como elemento intrínseco y característico del capitalismo, es el “motor”, la justificación de la revolución como proceso histórico objetivo que dará fin a esa lucha y con ella al capitalismo y si ya de entrada se reconoce que no hay clases sociales cerradas en pugna pues... ¿De qué clavo ardiendo se cuelga, (justifica), una revolución?... en fin...
A comienzos de los 70 la guerrilla y su raquítica expresión urbana eran ya un recuerdo, pero el trabajo de captación al interior de la FAN continuó y es en 1982 cuando, según el propio D. Bravo, Hugo Chávez es captado para el movimiento a través del contacto de su hermano Adán, hoy Ministro POPO de Educación, (quien entonces militaba en el Partido de la Revolución Venezolana (PRV) y sirvió de puente para que Chávez entrara en contacto con Bravo a través del Prof. Nelson Sánchez), tal como el mismo Chávez ha corroborado en innumerables ocasiones con evidente orgullo: Es su hermano Adán quien lo incorpora a la “lucha”.
En el mismo camino se encontraba entonces William Izarra (Fuerza Aérea Venezolana) quien después ocuparía varios cargos relevantes dentro del gobierno de Chávez pero que en aquella época estaba ubicado por encima de éste en el “escalafón revolucionario” al ser el jefe militar “reconocido” del movimiento; hoy día se cuenta dentro de los cuadros organizativos del PSUV y se dedica a llevar adelante el proceso de “ideologización” de masas necesario para el sostenimiento en el tiempo del “proceso”... hace poco se dirigió emocionado e improvisado ante una escuálida reunión de simpatizantes del chavismo en la Plaza Francia de Altamira...
Izarra fue el comandante de los grupos subversivos R-83 y Alianza Revolucionaria de Militares Activos (ARMA) mientras en el seno del ejercito nacía el Comité de Militares Patrióticos, Bolivarianos y Revolucionarios que después sería el Ejercito Bolivariano Revolucionario para finalmente conocerse como Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 (MBR-200) el grupo que bajo el comando de Chávez fracasó en su intento de golpe de estado el 4F.
Según nos cuenta el Sr. Garrido en su libro, en el año 1970 fue que se asentaron formalmente las bases de las ideas y tesis Bolivarianas, Robinsonianas, ("Robinson" era el pseudónimo de Simón Rodríguez, maestro y mentor de Bolívar) y Zamoranas, en el marco del Encuentro Cultural de Cabimas, organizado por el brazo político del PRV, este es el famoso árbol de las tres raíces a que tanta referencia se ha hecho y que sería el “ideario” en que basaron sus acciones los integrantes del MBR-200 después del “juramento” bajo el samán de Güere y en el que se asientan las bases del socialismo “autóctono” reclamado por Baduel y vendido por Chávez al mejor postor político.
En palabras del propio Douglas Bravo, citadas en el libro de Alberto Garrido: “El discurso de Chávez forma parte del discurso de William Izarra y es el mismo discurso de todos los oficiales que participaron en este movimiento, desde el Carupanazo y el Porteñazo. Es un discurso que no solo se refiere a los aspectos generales de la soberanía, sino a las consecuencias concretas que el ejercicio de la soberanía apareja. Chávez ha ido eliminando esos aspectos concretos en el transcurso del tiempo. Fue borrándolos.” (El subrayado es mio)
Mas adelante: “Chávez comienza a desentenderse de elementos revolucionarios. Primero deja de lado a la gente que defiende criterios patrióticos. Esa gente no es conveniente para la consolidación de una política ciega.”
Y remata: “Chávez no quiere la participación de la sociedad civil actuando como fuerza concreta. Que la sociedad civil lo aplauda, pero no que participe, que es otra cosa (...) Él no admite una disidencia, ni una opinión distinta. Eso es un peligro para una jefatura única, de mando centralizado. Ese es un peligro absoluto”.
Estas palabras dejan claras las intenciones personalistas, militaristas y autoritarias de Chávez desde la perspectiva del organizador del movimiento revolucionario venezolano en el seno de la FAN.
Según relata D. Bravo, la última reunión que sostuvo con Chávez fue en 1991, el año previo al 4F, y ya en ese momento había una ruptura entre la concepción de Chávez y la concepción del movimiento encabezado y coordinado históricamente por Bravo y su gente.
El mismo movimiento que puso en marcha, ejecutó y aprovechó las sangrientas rebeliones militares de los 60 fue el que le dio a Chávez su principal nutriente ideológico, conceptual y organizativo, el que lo contactó e incluyó en el movimiento subversivo que de la mano de Douglas Bravo sobrevivió en Venezuela a la sombra de una democracia que con el tiempo se hizo más y más permisiva, un movimiento que le permitió organizar su personal experimento de rebelión militar el 4F, (su propio Porteñazo), y que, en general, tamizado hoy por las particularidades y necesidades del propio Chávez se desempeña ahora en funciones de gobierno alejándose cada vez más de los conceptos que lo originaron, al punto que el propio PCV se deslinda de las posiciones autocráticas y de pensamiento y liderazgo únicos propulsados por Chávez al negarse a entrar por el estrecho aro del PSUV, cuestionando su objetivos y dejando en evidencia que el movimiento de Chávez no es un movimiento revolucionario en absoluto sino un movimiento estrictamente personal y militarista, algo que entra en contradicción con los postulados del movimiento revolucionario original que proponía la activa participación civil.
Estas son las fuentes donde bebe Chávez, de donde saca el material de sus discursos, sus argumentos y razones, (aderezados hoy por la experiencia y por sus, como dice Petkoff, lecturas de tapas de libros) y de donde se ha alimentado desde aquel año 1982 y donde ha visto crecer su poder y preeminencia al punto de estar a un paso de lograr la desintegración de una FAN que le dio origen y fuerza pero que ya esta estorbando a pesar de los pesares y no necesariamente por desobediente o sediciosa (a pesar de los rumores) sino al contrario, por rígida y poco dispuesta al cambio y la sumisión absoluta... y porque lo conocen bien: saben de donde viene y saben adonde va...
Pero este cambio de rumbo se lo debe Chávez a su propia personalidad errática y a los que le dieron las herramientas políticas con las que ha logrado vadear el penoso camino que media entre la celda en Yare y el palacio de Miraflores: Luis Miquilena, José Vicente Rangel, Jorge Olavarria, el propio Rafael Caldera entre muchos otros... políticos experimentados y bien conectados que pusieron su experiencia, sus posiciones, sus partidos y sus “cuotas de poder” al servicio del “proyecto” personal de Chávez... pocos quedan ya a su lado, pero ya el daño está hecho...
El punto que queda en el aire es el destino actual del “movimiento revolucionario” original, el que nació en los 60, este es tal vez un tema que se aclarará en el futuro pero que tal vez hoy explique las diferencias que se hacen cada día mas evidentes en el seno de la FAN, diferencias que se perfilan como la próxima crisis que tendrá que superar, esta vez definitivamente, Chávez si quiere terminar de consolidar su proyecto personal.
Me parece que en este caso la pugna entre “el cántaro y la fuente” aún persiste, pero mientras se dilucida cual de los dos se rompe definitivamente esas aguas turbias todavía dan mucho de si, todavía sirven para anegar, enlodar e infectar lo que queda de Venezuela...
rctv
2 comentarios:
buenas tades disculpe mi abuso me llamo mucho la atencion el blobs pero que me quieres decir con el que chaves tiene una copia de lo que eran esos movimientos o que esos movimientos son lo que un dia espera ser chavez y no lo logra
a parte de eso te quiero comentar que te falta un movimiento que es el barcelonaso y quisiera saber cual es tu fuente ya que yo tengo una fuente directa que es del carupanazo la persona que tomo la emisora radio carupano y le daba las contestas a romulo betancourt
mi correo es omarlisb@hotmail.com cuando puedas por favor contesteme en verdad me intereza mucho toda la informacion que pueda darme
Estimado Amigo,
Lo que quiero decir es que la influencia ideológica, (al menos inicial), de Chávez hunde sus raíces en los personajes que fraguaron esos alzamientos, sencillamente que él, (Chávez) es uno de los productos de esas tesis, de las estrategias y de las tácticas que se fueron formulando tras el fracaso de esos movimientos, es decir, la penetración del ejército por parte de la guerrilla y de los movimientos subversivos en la construcción de un movimiento subversivo formal desde el seno de las FAN; esta "construcción" de la época desembocó en Hugo Chávez y los que le acompañaron en el movimiento que él co-lideró aquel 04 de febrero.
Digo "aunque mal paguen" pues esos mismos reclutadores, inductores o adoctrinadores o como los quiera llamar, una vez integrados formalmente a la actividad política dieron todo el apoyo que pudieron al proyecto de Chávez pero se han ido alejando de él en la misma medida en que él se ha ido alejando de los principios y objetivos originales de aquella subversión sesentosa y mi punto es que, en el fondo, no hay mayor diferencia entre él y aquellos alzados que bañaron de sangre a varias ciudades y pueblos de Venezuela sin ningún remordimiento persiguiendo sus -para mi- dudosos objetivos.
Mis fuentes son: lo que sobre esos acontecimientos se puede encontar realizando una búsqueda simple en Internet con Google, por ejemplo sobre el Porteñazo, la página que menciono: http://www.fav-club.com/articulos/portenazo.htm#Los%20Orígenes y el libro, que también menciono, del difunto Alberto Garrido: "Notas Sobre la Revolución Bolivariana", editado por el autor en el año 2003.
La intentona de Chávez el 04 de Febrero fue, me parece, producto de su "romántico" impulso de realizar una revolución con "todas las de la ley", es decir armada y disparando, una reedicíón de los movimientos subversivos de los 60 (que eran a su vez una reedición de la revolución cubana), y que como aquellos intentos de golpe de los 60, fracasó estrepitosamente aun cuando SI dejó su cuota de muertos y sangre como todos los anteriores.
Como en cualquier revolución, real como la de Mao o la de Fidel, o ficticia e imaginaria como la de Chávez, hay movimientos de flujo y reflujo, Chávez tiene que vérselas ahora con el reflujo, con los "puristas", (revisionistas), que no ven con agrado como se aleja de los objetivos y promesas originales...
Es mi opinión; no creo que Chávez tenga relación alguna con esos alzamientos de los 60 más que esta que intento describir apoyado en esas fuentes, (en especial el libro); en todo caso y muy especialmente gracias Miquilena y otros dió un paso más que aquellos, ya es presidente, ya tomó el poder... y dudo mucho que él se acuerde de aquellos días o de lo que soñaba entonces como novato en la Academia Militar más que con la nostalgía de cualquiera que ya ve aquellos años de juventud como algo lejano e hipotéticamente "mejor"...
Espero haberle sido de ayuda.
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