viernes, 27 de julio de 2007

Raul Castro y el cambio esperado.

Leo en el diario español “El País” de el día de hoy un artículo en el que se reseña el discurso pronunciado por Raúl Castro en Camagüey con motivo de la celebración del inicio de la “revolución”.

Entre los primeros párrafos del artículo destaca este: “El presidente provisional ha pronunciado un discurso autocrítico en el que ha subrayado las deficiencias del sistema y ha anunciado que estudia incrementar las inversiones extranjeras. Castro también ha propuesto al futuro presidente de Estados Unidos establecer un diálogo para pacificar las relaciones entre la isla y Washington” y destaca porque es el que pretende darle un sentido de compromiso por el cambio al contenido del discurso, del que transcriben algunos extractos, inmediatamente después.

A cuenta de o en relación con estas palabras de Raúl Castro es que tal vez haya que leer las pronunciadas por el “candidato a candidato” demócrata Obama en el transcurso del debate televisado que sostuvo con la otra “candidata a candidata” Hillary Clinton. Según la crónica que hace Andrés Oppenheimer en “El Nuevo Herald” de Miami sobre este debate, el autor, insinúa que la intención de diálogo y acercamiento hacia la isla o hacia otros regímenes sospechosos del área (incluidos Venezuela y Bolivia) por parte del candidato es una estrategia de Obama que busca ganar para si la atención y el apoyo del ala más liberal del partido demócrata, dejando a Hillary en la incómoda posición de ser “la candidata del sistema”... a mi no me lo parece pero este es ya otro tema...

En fin, en virtud de la absoluta identificación de nuestro Presidente con el criminal sistema impuesto por el sanguinario gobierno dictatorial de Fidel es que se hace ahora más importante que nunca estar pendientes del destino de la Isla que, según nuestro Presidente, encarna lo mejor, el mismísimo modelo del “mar de la Felicidad” al que nos quiere llevar... me imagino que para ahogarnos en él...

EL "hermanito" Raúl por si solo no va a propiciar ningún cambio... sería pasar por sobre su hermano si es que lo intenta mientras éste viva, o por sobre su “sagrada” memoria, si es que lo intenta una vez el monstruo de dos anos (dije anos no años, no le falta la “ñ” a mi teclado) haya muerto, Raúl intentará mantener un status quo más o menos estable en la estructural precariedad histórica del régimen mientras él mismo tenga vida, las presiones contrarias a cualquier cambio son muy fuertes dentro de la isla y en especial dentro del poder constituido, además esas presiones vienen de los sectores "más jóvenes" del poder, no necesariamente involucrados en el proceso histórico revolucionario que Fidel reivindica en sus fantasías de viejo senil sino inmersos en el proceso histórico de control político e ideológico al que sirvieron para acceder al espacio de poder que les fue otorgado.

Si acaso Raúl tiene alguna intención de servir el camino para el cambio, (cosa que yo honestamente dudo a menos que las circunstancias tras la muerte de Fidel cambien tan drásticamente que no le quede otro remedio), lo hará dejando sembradas las bases para que otros, con una teóricamente mayor capacidad de acción, es decir, ajenos a su “obligación” de hermano, se inserten en el gobierno o, si acaso ya están dentro, puedan poco a poco y mientras dure Raúl, fortalecer su control, su espacio y su poder de manera de equilibrar en alguna medida el que hoy ostentan estos factores radicales y continuistas a los que, ni siquiera el mismo Raúl, osaría enfrentarse...

Fidel está sentenciado por la misma naturaleza, la vida se le escapa a paso de tiranosaurio por uno de los dos anos; Raúl está sentenciado por su propia inoperancia voluntaria, tiene también casi 80 años y aunque a lo largo de su vida a la sombra de su hermano ha construido una estructura de poder propia esta nunca fue diseñada u orientada hacia el cambio, todo lo contrario; el régimen cubano está sentenciado por su propia cerrazón a las realidades del mundo y por su extenuante duración y aunque solo se escuche la voz de los que están fuera de la isla, muchos cubanos dentro de ella esperan, estoy seguro, la muerte de Fidel como la señal de inicio de, al menos, “algún” proceso de cambio, para ellos, (para todos), ver a un Raúl fiel a la memoria de su hermano va a ser frustrante pero no necesariamente sorpresivo, aunque se atreva a “autocriticarse” como reseña el diario español... pero una vez muerto Raúl... ¿Qué tanto control sobre “la revolución” van a tener los que queden si ni siquiera pueden reclamar para si el haber bajado aquel día de la Sierra Maestra barbudos y con el fusil terciado?.

Muerto el perro tal vez no se acabe la rabia... pero segurito se debilita y se hace sensible al tratamiento y por el poco entusiasmo que se le ve a Raúl en uno u otro sentido parece que el tratamiento será posterior a él y bastante drástico por cierto, no hay necesidad de injerencia extranjera, el pueblo cubano, dentro y fuera de la isla está contando hacia atrás los días y cualquier atisbo de oportunidad será tomado con urgencia, y yo espero que sin vacilar...


1 comentario:

Anónimo dijo...

Demagogia la del opositor a Hilary, de ganar lo veremos lo qué va a hacer con el heredero de Castro, que no será precisamente Raúl. De todos modos, para mí la presidencia, quien quita que la gane el ex- alcalde de Nueva York, Giuliani, a pesar del video conspiranoico que anda por ahí. Un abrazo, Martha Colmenares

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