En el blog de Martha Colmenares he leído esta mañana, entre otras muchas cosas, el texto de una carta abierta que las asociaciones Foro Penal Venezolano, VIVE y Fuerza Integradora le dirigen a toda Venezuela en relación a la nueva Constitución que se nos quiere imponer; recomiendo su lectura y sugiero su más amplia difusión.
Después del “madrugonazo” del 12 de Octubre con la pasmosa mutilación propuesta al Artículo 337, que ya reseñamos aquí en su momento y confirmada y aprobada ayer en el Teatro Teresa Carreño en otro circo asambleísta; después de la ampliación de los 33 Artículos originalmente propuestos a 58, (me niego a retomar el estéril trabajo de reseñarlos y analizarlos), y después de ver como muchos siguen berreando, llevando golpes y prestándose a figurar en los carnavalescos espectáculos organizados por el gobierno, (avalando con ello la tesis de la “amplia discusión” que se percibe en el exterior).
Después de ver al ministro Carreño objetar burdamente las pruebas palmarias y fehacientes de la criminalidad desbordada, sembrando la duda sobre la intencionalidad de tan permisiva actitud; después ver de que ni siquiera ante este asalto a los derechos irrenunciables del hombre y el ciudadano, los inútiles e incapaces Fiscal General y Defensor del Pueblo no tienen nada que decir ni siquiera como punto de honor que ilumine su trágica pantomima a punto de terminar... después de todo eso... no me queda más remedio que aceptar que hemos llegado al final.
No queda nada más por exprimir a nuestra precaria democracia, las pocas gotas de legalidad, libertad, garantías y derechos que quedaban ya se van resbalando entre los dedos de quienes tanto se han esforzado en retorcer nuestra República y terminarán de caer en el charco de los recuerdos después del referéndum.
Veo que los voceros autoproclamados “líderes” de la oposición siguen babeando incoherencias y estupideces cada vez que les ponen un micrófono por delante, enganchados en la cómoda e intrascendente discusión de votar o no votar, de debatir o no debatir, de convocar constituyentes, de decir, como Petkoff, que Chávez no es un dictador... ¿qué te pasa vale?, ¿es qué debemos esperar a que lo imprima en sus tarjetas de visita?, ¿tenemos que esperar al 3 de Diciembre para abanicarnos de gusto porque “ahora si lo es formalmente”?, no me jodas Teodoro...
Veo a la gente en los medios, en los foros, en algunas páginas web y blogs multiplicando estas insensateces en una especie de “copy-paste” intelectual y, peor aún, conductual; convertidos en replicas baratas de originales que nada valen, defendiendo lo indefendible, aceptando lo inaceptable, soslayando lo más urgente y apremiante; y peor es desde el lado chavista; aquí el panorama es para ponerse a llorar, gente de toda clase y condición promoviendo y aplaudiendo canalladas que ni siquiera entienden, que ni siquiera se toman la molestia de revisar en qué los afectan... automáticamente, como verdaderos cachorros amaestrados, como ciegos seguidores de una secta que los lleva al suicidio en masa.
Caemos irremediablemente en un vacío del que nos pueden contar muchas cosas los chilenos, los argentinos, los cubanos, los nicaragüenses, hondureños, guatemaltecos, en fin, cualquiera de nuestros hermanos latinoamericanos que tuvieron y, en algunos casos, aún tienen que sufrir las peores dictaduras de todo signo o supuesta orientación ideológica en nuestro continente, ellos lo pueden ver con claridad porque ya estuvieron ahí, ya conocen ese fondo hacia el que nos despeñamos... pero nosotros todavía caemos de espaldas a esa realidad, mirando hacia arriba, hacia aquello que tan rápido se aleja de nosotros.
Vemos como el charco aquel donde caen las últimas gotas de democracia se amplía a la vez que se agota, absorbido por el desierto moral en que se ha convertido Venezuela... ¿qué más queda por perder?...
El derecho al “debido proceso” no es sólo “UN” derecho, la eliminación de este derecho “genérico” afecta de manera directa la vigencia de los siguientes Artículos pues aunque en el 337 propuesto se hayan mantenido algunos de ellos, en ausencia del “debido proceso” no cabe suponer su cabal cumplimiento pues son temas íntimamente relacionados:
Artículo 43: Derecho a la vida.
Artículo 44: Inviolabilidad de la libertad personal, en sus párrafos referidos a las formalidades para arresto y detención, Juicio en libertad, derecho a comunicación e información, registro de detenidos, el deber de identificación de las autoridades que realizan la detención, excarcelación y libertad.
Artículo 45: Prohibición de la desaparición forzada de personas.
Artículo 46: Derecho a la integridad personal, en sus párrafos referidos a la prohibición de torturas y tratos crueles, respeto al detenido, restricción a los exámenes médicos y responsabilidad de los funcionarios.
Artículo 47: Inviolabilidad del hogar doméstico.
Artículo 48: Inviolabilidad de las comunicaciones.
Obviamente la totalidad del Artículo 49, referido directamente al “debido proceso”.
La carta abierta a la que hago mención nos explica qué es lo que hemos perdido al eliminarse del Artículo 337 el “derecho al debido proceso” durante un Estado de Excepción que puede ser convocado por el presidente en consejo de ministros cuando le de la real gana y con la duración que le de la real gana; en el documento, lo perdido, queda resumido en estos 15 puntos:
Derecho a un juicio previo.
Derecho a ser oído por un tribunal imparcial.
Derecho a ser juzgado por un tribunal existente y competente antes de la perpetración del hecho punible, juez natural.
Derecho a ser informado oportunamente de los motivos de la detención.
Derecho a defenderse ante una instancia imparcial.
Derecho a tener comunicación con los familiares y abogados de confianza.
Derecho a promover pruebas, y a conocer las pruebas que se pretenda hacer valer contra los ciudadanos.
Derecho a la libertad como regla, no como excepción.
Derecho a no ser detenido sin orden judicial previa o en flagrancia.
Derecho a la inviolabilidad del domicilio.
Derecho a la inviolabilidad de la correspondencia.
Derecho a no ser condenado previamente en ausencia de un juicio justo.
Derecho a la apelación.
Derecho a no ser juzgado dos veces por el mismo hecho.
Derecho a una sentencia proporcional a la infracción cometida y al respeto del principio de la legalidad de las penas y los delitos.
En este momento la Asamblea Nacional se encuentra reunida dando cumplimiento a la formalidad, más burocrática que otra cosa, de la tercera y obligatoria discusión, Artículo por Artículo, del proyecto de golpe de estado constitucional, tomándose todo el tiempo del mundo para el acto final del montaje en que han estado ocupados y es que, parafraseando al Cesar: los parlamentarios, además de serlo deben parecerlo...
A escaso mes y medio de la fecha propuesta para el referéndum, a escasos 2 meses del día en que fue presentada la propuesta original... estamos como estamos... repito, ¿qué más nos queda por perder?... ¿la vida?... tal vez sea ese el "debido proceso" para recuperar lo que nos dejamos arrebatar
En ese caso, “Kyrie Eleison”, señor ten piedad
De los que han pecado
De los que nos veremos forzados a pecar..
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