1. Declaración de propósito
Nunca es tarde (hasta que en verdad lo es y hay que rendirse a la evidencia) para intentar vislumbrar lo que puede ser nuestro futuro y, al igual que se supone que hagamos con las predicciones y profecías, iniciar hoy los cambios que consideremos necesarios para que esas profecías o ese futuro sean mejores que como hoy se nos presentan y anuncian, y tal vez sea por gusto personal o por mala costumbre, pero siempre he creído que una de las maneras de comprender mejor nuestra realidad presente y futura es echar una ojeada al pasado pues, como muchos pensadores brillantes han recalcado, en el pasado están sembradas las claves para entender nuestro futuro.
La primera si no única manera lógica de acercarnos a nuestro futuro es el análisis de lo que tenemos anunciado, revisar si tal propuesta es en verdad posible, revisar sobre que base se sustenta, revisar si tal propuesta es aceptable en todos los ámbitos de nuestra existencia y finalmente revisar si hay alternativas mas atractivas o mas viables que la propuesta y (si es que existen) trabajar con firmeza en su construcción para que sean las que finalmente se manifiesten y concreten.
Con esta serie de artículos que empiezo hoy quiero intentar aportar algunos elementos de análisis para este ejercicio que todos los venezolanos (y algunos latinoamericanos que quieran o no se están viendo involucrados o afectados por nuestro presente y futuro) debemos estar haciendo desde hace ya un buen tiempo, pues lo que se nos ha propuesto es un concepto tan genérico y abstracto: “El Socialismo del Siglo XXI” que hay que desmenuzarlo pacientemente para entender mínimamente de que se trata o que va a significar para nuestras vidas y contrastarlo con otras opciones para poder decidir en verdad que es lo que queremos o a que aspiramos.
La coletilla “Socialismo” no es suficiente en si misma para poder caracterizar lo que se nos ofrece y lo que se nos trata de imponer; hay muchas formas de socialismo, muchas formas de implementarlo y muchas formas de vivirlo; ejemplos hay suficientes para hacer estas distinciones incluso con el hermano perverso del socialismo: el comunismo y con los fascismos disfrazados de socialistas que, lamentablemente, no son pocos.
A lo largo de estos extenuantes nueve años nuestro gobierno ha ido “dejando caer” claves que nos permiten precisar realmente desde que punto del espectro político nos están hablando y hacia donde pretenden dirigirnos y me parece que antes de abordar este punto es preciso recapitular un poco de historia para fijar en nuestro análisis las bases que sustentan sus propuestas o como poco sus herramientas y estilo.
Después de esto sería justo hacer una breve semblanza de la situación que dió origen a nuestro presente y por cuales mecanismos hemos llegado a donde estamos y nos han preparado para lo que según su oferta nos espera.
Finalmente para cerrar la serie quisiera hacer una reflexión sobre nuestras opciones, al menos las que yo veo mas claras y viables, que opciones hay muchas, algunas verdaderamente tenebrosas.
Espero que de alguna manera esta serie de artículos sirva como aporte para la comprensión de nuestro presente y futuro. Mañana, para entrar de una vez en materia, quiero darle una ojeada al Socialismo, su historia y sus herramientas, pues como bien decía mi Profesor R. Roig, cuando hace tantos años desde la Cátedra de Economía Política nos hizo recorrer con lupa las páginas de El Capital, no se puede opinar sobre una doctrina “de oídas” y sin conocerla, (claro, el utilizaba unos términos más duros).
rctv
No hay comentarios:
Publicar un comentario