La culpa la tiene el señor de la foto, Benjamín Solari Parravicini, este caballero, nacido en Buenos Aires y artista plástico reconocido ya falleció hace mucho tiempo pero una particularidad lo distinguió y lo sigue distinguiendo de los demás "mortales".
Al igual que Michel de Nostradamus, este caballero argentino realizó cientos de predicciones, muchas de las cuales y a través de sus dotes naturales de artista, quedaron plasmadas en representaciones pictóricas que reciben el nombre de "Psicografías".
El nivel de acierto de las predicciones de Parravicini es en verdad asombroso, tal vez incluso superior a las de Nostrdamus pues las de este son más bien crípticas y en clave y por lo tanto a interpretaciones bastante subjetivas, mientras que las de Solari son bastante claras, tanto en sus palabras como en sus expresiones gráficas.
El caso es que este caballero dejó escritas dos profecías relativas a Venezuela, (no se si asociada a alguna de ellas o a ambas exista una psicografía, en todo caso no las he visto), y una de ellas, que es la que me hace mirar esperanzado a los goterones que nos bañan e inundan esta tarde como tantos otros días dice: "Cuando bajen las aguas Venezuela conocerá la felicidad".
Que falta nos hace que se cumpla también esta profecía de Solari Parravicini, que falta nos hace que sea esta tempestuosa temporada de lluvias de este determinante año la que anuncie nuestra felicidad... no puedo evitar el remordimiento por el peligro que estas lluvias significan para muchos pero me niego a dejar de lado mi pequeña esperanza en que esta profecía se sume a la lista de aciertos de este vidente argentino.
Saludos.
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