domingo, 12 de agosto de 2007

El surgimiento de los Boligarcas


A continuación les dejo un artículo publicado el pasado 9 de Agosto en la prestigiosa y seria revista inglesa “The Economist”, (la traducción es mía, así que sean indulgentes con ella), se publicó acompañado por la ilustración de Claudio Muñoz que acompaña este post; no se menciona al autor del texto, lo cual es una lástima pues, aún cuando su contenido es correcto y bastante exacto, me parece necesario hacerle a su autor un par de precisiones.

Este es el artículo:

El surgimiento de los Boligarcas.
Bajo Hugo Chávez, las conexiones políticas correctas son el pasaporte a la abundancia, el whisky y a una Hummer


“Socialismo Petrolero” es como Hugo Chávez, presidente de Venezuela, apellidó recientemente a la mezcla de populismo militarista y estatismo neo-Marxista hacia la cual está dirigiendo al país. Su primer objetivo, insiste, es el de mejorar las condiciones de vida de las mayorías pobres del país. El Sr. Chávez proclama que “ser rico es malo”. Frecuentemente fustiga a eso que él llama “la oligarquía”. Resulta extraño entonces, que las calles de Caracas están atascadas con grandes y nuevas 4x4, (las Hummers son las especialmente preferidas), es difícil conseguir una mesa en los mejores restaurantes y a los marchantes de arte y a los importadores de whisky nunca les había ido tan bien. Una nueva oligarquía parece estar creciendo en Venezuela a lomos de la “Revolución Bolivariana”, que recibe este nombre por el héroe de la independencia nacional.

“Algunos de los discursos de Chávez son para la galería”, dice Alberto Müller Rojas, un general retirado que hasta hace poco fue el jefe del staff del presidente. “Y te doy un ejemplo: el ataque a la burguesía”. Como evidencia, el general Müller señala a la Banca: “la más extrema expresión de la burguesía” pero, sin embargo, “el sector más favorecido” de la economía desde que el Sr. Chávez llegó al poder en 1999.

Su prosperidad le debe mucho al golpe de suerte con el petróleo: el precio del principal producto de exportación de Venezuela se ha incrementado casi en ocho veces desde 1999 y la economía ha crecido a una rata del 10% anual. Pero también las políticas gubernamentales han favorecido a la banca y a otros intermediarios: la inflación está cercana al 20% y el valor oficial de la moneda es apenas la mitad de su valor de cambio en el mercado negro.

Así que el inversor avezado busca su acceso a dólares baratos, oportunidades de importación y contratos con el gobierno, todo lo cual está condicionado por la obediencia política. Por contraste la manufactura y la agroindustria enfrentan controles de precios y el riesgo de esporádicos acosos oficiales. El resultado ha sido el surgimiento de lo que es conocido, en referencia a lo “Bolivariano”, como la “Boli-burguesía”.

Gracias al crecimiento económico y a los programas sociales, el gobierno reivindica que ahora solo el 30% de las familias venezolanas viven en pobreza, por debajo del pico del 55% del 2003. Pero de acuerdo a un reciente reporte del Banco Central, la desigualdad en términos de ingresos se ha expandido bajo el gobierno de Chávez: el coeficiente de Gini – una medida estadística de las desigualdades – ha aumentado de 0,44 en el 2000 a 0,48 en el 2005.

Típico exponente de la nueva “Boliburguesía” es Wilmer Ruperti, un broker de embarques y mercancías que alguna vez fue marino mercante. Su ascenso fue ayudado por la huelga de dos meses contra Chávez por parte de los trabajadores de Petróleos de Venezuela (PDVSA), la compañía petrolera estatal. El Sr. Ruperti rentó barcos para ayudar al gobierno a romper la huelga. Otro es Arné Chacón, cuyo hermano Jessé es el ministro de comunicaciones. Arné ahora posee la mitad de Baninvest, un banco. Él lo adquirió a través de préstamos para los cuales, aparentemente, sus mejores garantías eran sus conexiones.

El Sr. Chávez clama estar en persecución del nacionalismo económico y el “desarrollo endógeno” pero la agroindustria y la manufactura deben competir contra importaciones baratas. Aunque los productos lácteos locales faltan con frecuencia de los estantes de los supermercados, los quesos Gouda y Emmenthal anidan junto a la mantequilla irlandesa. Los pollos congelados de Mercal, la cadena gubernamental de tiendas de abasto subsidiadas, son brasileños. Los importadores que suplen a Mercal se han vuelto ricos. Pero los granjeros venezolanos están en vías de extinción, amenazados por expropiaciones, invasiones de tierras y controles de precios, así como por la extorsión y secuestro por parte de bandas criminales organizadas.

Los oficialistas destacan que dos tercios de los pobres se han beneficiado directamente de las políticas sociales del gobierno. Así como Mercal, estas incluyen las “misiones”, que ofrecen educación y cuidados médicos. Cerca de 2 millones de personas reciben un pequeño estipendio en efectivo. Pero a pesar de los fuertes incrementos en el salario mínimo y los controles de precios en los bienes básicos, la inflación se está comiendo las ganancias.

Para aquellos con conexiones, sin embargo, las recompensas son grandes. El Banco Mundial recientemente ubicó a Venezuela como el “segundo peor” país de América por el escaso control sobre la corrupción, quedando únicamente por debajo del primero en la lista: Haití. Otros confirman esta percepción. Un diplomático extranjero reporta que un funcionario gubernamental admitió que “Nosotros por lo general pedimos el 10%”, “Pero algunos se ponen avariciosos y quieren el 15 – 20%”.

Desde su reelección en Diciembre, el Sr. Chávez ha sugerido frecuentemente recortar los salarios de los altamente pagados funcionarios públicos. Incluso pidió a los que tuviesen un “excedente” donasen una parte a causas que lo necesitasen. La respuesta ha sido magra. Si realmente quiere que el socialismo sea más que un slogan, puede que la mayor resistencia venga de esa nueva burguesía que sus propias políticas han creado.

Estas son las precisiones:

1) La prosperidad de la Banca no solo obedece al boom de los precios del petróleo como plantea el autor del artículo, la banca es el único sector que ha mostrado un crecimiento sostenido desde que se inició este gobierno en el 99 y una de sus principales fuentes de ganancias y beneficios ha sido la altísima cantidad de dinero, del estado y de los funcionarios del estado, que han movilizado en calidad de intermediarios (para eso es, precisamente, que Arné Chacón y muchos otros se han “metido a banqueros”). Además del gran negocio que ha resultado para el sector la emisión de todo tipo de bonos del estado y de PDVSA y también la compra de la deuda de otros países, (por ejemplo Argentina), a la que se le compran sus bonos de deuda a valor de dólar oficial y se revenden, (sin vergüenza y sin camuflaje), a valor de dólar paralelo, sumen además el “trabajito secundario o marginal” de negociar los cupos en dólares de personas que no los utilizan y aprovechar esa entrada de dólares oficiales que se dejan colar al mercado paralelo cuando no a maletines viajeros...

2) Las cifras del sostenido crecimiento económico de Venezuela son empujadas con mucha fuerza por los ingresos petroleros que han significado un record histórico, de ninguna manera el crecimiento económico de Venezuela obedece al impulso de ningún otro sector de la economía, estas cifras de crecimiento, puede decirse, son casi estrictamente contables y no aportan absolutamente nada al bienestar de la nación pues esas monumentales entradas tienen también sus monumentales salidas y no son reinvertidas en la industria y mucho menos en el país, que sería la política lógica para consolidar y afianzar un verdadero crecimiento económico.

3) El coeficiente de Gini aplicado a la desigualdad en los ingresos es una medida estadística de la desigualdad en la que pesan variables demográficas, (hablamos de millones de personas) por lo que debe destacarse que esa aparentemente pequeña variación de 0,44 a 0,48 es, en términos reales, bastante fuerte.

4) Lo que la inflación se está comiendo es el ingreso de todos los venezolanos, solo puede calificarse de ganancia si se están refiriendo a la política económica como plan o proyecto del que se espera obtener algún fruto cuantificable. La inflación en Venezuela, no hay que dejar de recalcarlo, es el producto de la insensata expansión del gasto público, justificada con las misiones y los programas sociales a los que, en la realidad, apenas llega una pequeña fracción de esos recursos pues el resto se pierde por los “caminos verdes” de la corrupción, en los regalos a países extranjeros y por el inmenso sumidero de la improvisación y la ineficiencia.

5) Los “excedentes” que el Sr. Chávez pidió donar eran para destinarlos a su nuevo invento de partido político: el PSUV, no a programas o causas que los necesitasen.



2 comentarios:

Anónimo dijo...

tarde o temprano los precios del petroleo bajaran y mas de uno de los alaban la politica economica de Chávez se va a llevar una sorpresita

Buensancho dijo...

Cierto, lo malo es que para nosotros, sin ser sorpresita porque ya vivimos como si el petroleo no valiera nada, será más catastrófico que para él...

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