Los amigos del Sindicato Unitario Organizado Nacional de Trabajadores de la Administración de Justicia, Seccional Mérida me han honrado con su visita a este espacio y me han dejado un comentario que me parece muy importante compartir con todos ustedes, pues refleja una genuina preocupación por el presente y el futuro inmediato de nuestra patria; además quiero dejar aquí también mi respuesta a la pregunta que ellos dejan abierta.
Este fue el gentil comentario que me dejaron:
“Algunos sabemos de los riesgos de esta "reforma" pero ¿como hacer para que la misma no sea aprobada? Pienso que no es un problema de cultura esto, sino que es un problema político y en ese caso poco hay que hacer.....reflexiono entonces...¿cual será la salida? Excelente blog. Espero nos visites, saludos cordiales”
Ante todo mi agradecimiento por sus palabras sobre el blog y ya he visitado el de ustedes y lo encontré muy bueno, ordenado e informativo, un gran trabajo sin duda.
Para dar respuesta a su pregunta, amigos del sindicato, hay que empezar por decidir de que manera entendemos el proyecto propuesto por el presidente:
1. Si aceptamos que se trata de una “reforma” entonces no hay más remedio que aplicar los mecanismos legales y judiciales necesarios para impedirla pues, en cuanto a tal, es violatoria de lo que la Constitución vigente establece para estos casos pues el proyecto modifica, afecta y vulnera los Principios Fundamentales de la Constitución vigente y ella es muy clara al respecto en el primer párrafo de su Artículo 342:
“La reforma constitucional tiene por objeto una revisión parcial de esta Constitución y la sustitución de una o varias de sus normas que no modifiquen la estructura y principios fundamentales del texto Constitucional.”
Estos principios fundamentales son los contemplados en los nueve Artículos que componen el Título I de la Constitución y no son pocos los que resultan violados o de alguna manera vulnerados en el texto del proyecto.
Amigos, la Constitución que "manda" es la vigente, no la propuesta y la Constitución vigente "manda" más de lo que manda un presidente o cualquier otro representante de cualquier órgano del poder constituido, pues éste no está, ni puede estar, por encima de ella. Por muy alta que sea la investidura del proponente; por mucho o amplio que sea el poder que efectivamente detente, el texto constitucional siempre estará por encima de él y a su contenido estamos obligados a someternos TODOS los venezolanos y también, por su texto, estamos obligados TODOS los venezolanos a rechazar categóricamente cualquier intento de violación de la más alta norma jurídica de la Nación.
2) Si aceptamos la tesis de que se trata de una "nueva Constitución" entonces también hay que aplicar los mecanismos necesarios para impedirla pues, de la manera en que trata de imponerse este proyecto, está pasándose por encima de los que detentan el verdadero poder originario o constituyente que es el pueblo, TODO EL PUEBLO.
Para llevar a cabo legítimamente la labor de crear y proponer un nuevo texto constitucional sería necesario invocar el poder soberano de ese pueblo e iniciar todo el proceso que se realizó en el 99, es decir: elegir una Asamblea Constituyente, suspender las actividades del poder legislativo o reducirlo a su mínima y necesaria expresión (el congresillo), proponer y discutir los nuevos Artículos uno por uno y someter el texto resultante a votación popular por vía de un referéndum... tal cual surgió, en su oportunidad, la Constitución vigente...
¿Un problema político?... No, más bien me parece un problema legal y por ello hay que aplicar la ley y para bien o para mal la ley es clara; la defensa de la Constitución vigente no es un tema político, su modificación o sustitución tampoco, es definitivamente un tema legal.
El "centro" del que emana ese cuerpo de leyes al que ustedes, por su trabajo, están íntimamente ligados y al que todo ciudadano de la República debe ceñirse es, precisamente, la Constitución vigente y en ella están expresados no sólo la autoridad suficiente del pueblo para su defensa sino SU OBLIGACIÓN de emprenderla y los mecanismos para llevarla a cabo.
Me gustaría aportar para su reflexión el texto del Artículo 333 de la Constitución vigente:
"Esta Constitución no perderá su vigencia si dejare de observarse por acto de fuerza o porque fuere derogada por cualquier otro medio distinto al previsto en ella.
En tal eventualidad, todo ciudadano investido o ciudadana investida o no de autoridad, tendrá el deber de colaborar en el restablecimiento de su efectiva vigencia."
Me parece que es bastante claro el texto: “por cualquier otro medio distinto al previsto en ella”; si partimos de la base que cualquiera de las dos aproximaciones posibles al cambio en la Constitución vigente: sea una reforma o sea una nueva constitución; violan lo dispuesto en la Carta Magna y las leyes de la República sobre la materia, entonces es claro que, sea cual sea el resultado del referéndum, la Constitución del 99, la vigente, no perderá su vigencia y todos los ciudadanos investidos de autoridad o no, ESTAMOS OBLIGADOS, (es un deber no un derecho), insisto, ESTAMOS OBLIGADOS a restituir su efectiva vigencia aún en contra de la imposición forzada de la propuesta.
¿Forzada?, si, forzada, si la Constitución vigente declara ilegítimo el procedimiento de reforma o sustitución de la Carta Magna la aplicación de tal proyecto es entonces ilegal, por mayores avales o resultados que muestre el órgano electoral; la aplicación de una norma ilegítima e ilegal sólo puede hacerse por la fuerza.
El mecanismo indicado para la defensa de la Constitución vigente a la que el Artículo 333 nos obliga es el famoso Artículo 350, también muy claro:
“El pueblo de Venezuela, fiel a su tradición republicana, a su lucha por la independencia, la paz y la libertad, desconocerá cualquier régimen, legislación o autoridad que contraríe los valores, principios y garantías democráticos o menoscabe los derechos humanos.”
No hay que darle muchas vueltas; la propuesta es una legislación que contraría los principios fundamentales de la República y en la que se desechan y eliminan derechos y garantías democráticas vigentes y universalmente aceptadas como derechos inalienables del hombre por lo tanto, siendo fieles al texto de este Artículo, estamos obligados a desconocer la vigencia de la propuesta sea el que sea el resultado del referéndum.
Amigos del SUONTRAJ, no viola la ley quien cumple el mandato de la Constitución; no es traidor a la patria quien defiende la integridad y vigencia de la Carta Magna; no obedece a mezquinos objetivos políticos quien da cabal cumplimiento al rigor de la ley superior...
“¿Cuál será la salida?”... solo hay una: defender a ultranza nuestra Constitución vigente con los mecanismos y el celo que ella nos impone y, a través de ella, a nuestra patria Venezuela.
En lo personal espero que se encuentre el mecanismo para que el referéndum no se lleve a cabo, espero que la respuesta de la gente sea suficiente para que el proyecto sea retirado, en cualquier caso, la Constitución es clara y a ella es a quien debemos obediencia.
Un abrazo, sean siempre bienvenidos.
rctv
nacional y política
venezuela
3 comentarios:
Ayy Buensancho, aunque tiene y no tiene que ver. Pero yo la verdad tengo una convicción, que no hay términos medios, o nos decidimos o no nos decidimos, y entonces que pasé lo que pasará. Mucho foro, mucha discutidera. Y ya yo en esa comparsa no me anoto, ya lo dije. Tampoco a marchas porque primero, no voy a ir a exponer mi vida, si nos pretenden llevar al matadero. Las marchas no nos darán la salida.
Es como decir que a la guerra se va para ganarla.
Además, creo que todo es pura queja, pero a la larga como que a la gente le importa poco. No sé si ésta es tu percepción. Muchos pasaron la página.
Entonces, no se va uno a enloqucer por lo que venga, si es nuestro destino, así lo quisimos... Es asunto de todos, no de 4 ó 5.
¿Me explico?
Venía de actualizar algo de U2. Quizá tu lo sabes que en Birmania hay presos políticos, torturados y con largas condenas por escuchar "Walk On".
Bueno, eso si es motivo para entregar nuestros sentimientos.
Y la gente no suele importarle, porque piensa que no podrán ser alcanzados. Resulta que sí.
Se me hizo largo. Un abrazo, Martha Colmenares
Estimado amigo Buensancho: Muchas gracias por hacer este comentario en tu blog y haberte molestado en respondernos. Nosotros seguimos creyendo que es un problema político ¿El por que? radica en el hecho cierto que la reforma se monta en la popularidad del presidente de la república y lo hace ahora porque sabe que todavía tiene apoyo popular, así digamos que no, que son puras mentiras y todo eso. Y entonces se traslada un debate tan importante al aspecto político porque todo se resume en unas elecciones (referendum aprobatorio)que no es otra cosa que un elemento poñitico y no de otro tipo.
Si fuese un problema legal, como tú lo llamas, pues simple y llanamente se respetaría la ley. Allí me detengo y me pregunto: ¿se ha respetado la ley? ¿se respeta la ley en este país? Saludos cordiales, buen tema de debate y discusión en todo caso.
Estimados amigos del SUONTRAJ, me parece que ustedes mismos se responden; insisto en el carácter legal del problema lo que lo hace más grave es que se le quiere dar solución política a un problema legal, aqui no se trata de quien tiene la mayoria o de quien gana elecciones por la vía que sea, aqui se trata de una violación de la ley.
Violación continuada por cierto pues mucho de lo que se propone en el proyecto de nueva constitución no es más que la legalización de actuaciones de dudosa legalidad que ya son costumbre.
Es obvio que no se respeta la ley; una ley no puede tener múltiples interpretaciones según las necesidades del momento, que es precisamente lo que ha ocurrido en Venezuela.
Tampoco puede valer la ley para unos y no para otros, es simple, o vale para todos o no vale para ninguno.
Que no haya en este momento instituciones o personas empeñadas en hacer cumplir la ley no significa que estas leyes no existan. Que en este momento algunas personas prefieran actuar como si no existiesen leyes no significa que todos debamos actuar así. Que en este momento se esté desconociendo interesadamente el contenido de la Constitución no significa que su carácter de obligatoriedad para todos los ciudadanos venezolanos haya cesado.
Resolver un problema legal por la vía política produce los mismos resultados que realizar una operación quirurgica con herramientas de plomero, es decir un sucio y feo desastre.
La solución política es la propuesta por el promotor del proyecto pues es la que más se ajusta a sus necesidades y a sus supuestas ventajas pero caer en esa interpretación y en esa línea de acción es hacernos complices de una violación de la ley.
Todos los ciudadanos estamos investidos de suficiente autoridad para hacer cumplir la Constitución y las leyes; el que queramos o no hacernos partícipes de un juego político no nos exime de esa responsabilidad; si los que aplican la ley no quieren hacerlo, nos corresponde a nosotros asumir esa función...
Saludos.
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